La situación de la economía griega sigue de mal en peor y las preocupaciones de los inversionistas no amainan. Ayer, el riesgo país de Grecia, medido por los Credit Default Swaps (CDS), llegó a un nivel histórico de 1.483 puntos base, dando cuenta de que el mercado ve cada vez más probable que el país caiga en cesación de pagos.
En un ranking de 35 economías, publicado por Bloomberg, la deuda de Grecia se ubica como la más riesgosa, superando incluso a Venezuela, que a principios de año ocupaba esa posición.
Los CDS son instrumentos financieros que se transan en los mercados y que actúan como seguros en caso de que un país no pague su deuda. Así, mientras más alto el índice, más riesgoso se considera al país.
"Los inversores del mundo están viendo que el problema no es fácil. Y aunque Grecia trata de ajustar su posición fiscal, la economía no se recupera y la situación sólo empeora", sostuvo el economista de Deutsche Bank, Gustavo Cañonero.
El experto agregó que hoy se ven tres posibles salidas: que el país consiga una ayuda adicional de la que está contemplada hasta ahora por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, que salga del euro y debilite su moneda para estimular sus envíos o que termine reestructurando la deuda.
"Las dos primeras son muy complicadas políticamente y parece que la que está tomando más fuerza entre los inversionistas es la última, lo que se está incorporando a los indicadores de riesgo país", señaló.
Arrastre de otros países
El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, dijo ayer que "existe un peligro real de que, de una forma u otra, una reestructuración o reprogramación de deuda agrave la situación" de la Zona Euro, por lo que insistió en que la Unión Europea está decidida a evitar la cesación de pagos.
La agencia Moody's coincidió en que una reestructuración griega afectaría a los otros países europeos altamente endeudados, en particular, Portugal e Irlanda, cuyos bonos podrían caer en la categoría de "basura".
Portugal tiene actualmente un riesgo país de 660 puntos base, mientras que en Irlanda llega a 661 puntos.
"Una suspensión de pagos griega sería altamente desestabilizadora y tendría implicaciones para el perfil crediticio de emisores de toda Europa", afirmó la agencia.
En España, en tanto, se suman los problemas que enfrenta el gobierno de Rodríguez Zapatero, tras la deba-cle del Partido Socialista en las últimas elecciones. El indicador de riesgo país español alcanzó a 273 puntos.
Mal menor
Una visión distinta manifestó el secretario general de la Ocde, Angel Gurría, quien sostuvo que una reprogramación "no me parece una mala idea". Dijo que esto le permitiría a Grecia digerir mejor su ajuste fiscal y para los mercados "sería un mal menor".
Mientras, en Grecia continúan los esfuerzos por evitar el default y conseguir la siguiente cuota del paquete de rescate de la UE y el FMI, por 12.000 millones de euros. El lunes, el gobierno anunció nuevas medidas de austeridad, que incluyen privatizaciones y un recorte de los gastos por 6.000 millones de euros. No obstante, no logró consenso con la oposición.