Tras Días de gloria (1978), su notable segunda película tras la no menos brillante Badlands (1973), Terrence Malick se tomó 20 años para volver en gloria y majestad con La delgada línea roja (1998). Mientras tanto, se tejió todo un mito sobre una personalidad atípica dentro de una industria como la hollywoodense, donde trabajar sin pausas parece ser la única manera de no sucumbir ante un olvido que es sinónimo de fracaso.

Pero lejos de eso, estos largos y laboriosos procesos que concluyeron en ambiciosas, poéticas y alabadas cintas, conformaron un sólido séquito de cinéfilos admiradores, quienes luego tuvieron que esperar siete años para ver El Nuevo mundo (2005) y otros seis para El árbol de la vida, nominada actualmente al premio Oscar. Malick postula además a Mejor Director en los premios de la Academia. Antes, cuando estrenó la película en el Festival de Cannes, el realizador de Texas se llevó la Palma de Oro, el premio máximo.

Al parecer esta lluvia de premios y reconocimientos provocó en el cineasta unas ansias productivas inéditas en su carrera. Es así que, según el portal Indiewire, ya habría terminado el montaje del documental Voyage of time, sobre el origen del universo, además de un largometraje aún sin título con Rachel Weisz, Ben Affleck y Javier Bardem. Este filme, un drama romántico, se estrenaría este año. Además está preparando el rodaje de dos proyectos, casi de forma paralela.

Pero antes de esto, Malick esta ultimando los detalles de un corte definitivo de El árbol de la vida para su edición en DVD y Blu-Ray. Según Emmanuel Lubezki, director de fotografía del filme, el primer corte de la película contaba con nada menos que ocho horas de duración. Malick sufrió para dejarla en casi dos horas. Ahora el director estaría sanando heridas y armando una versión de seis horas de duración, en donde se ampliaría el rol de Sean Penn, quien declaró su molestia al ver reducida su participación en el corte final. Es más, incluso encontró ilógico su rol dentro de la película.

De todas maneras, este estilo que no escatima en metraje y exige una devota entrega actoral al proyecto, atrae fuertemente a la crema y nata de Hollywood. Es así, que en las próximas dos películas tituladas Knight of Cups y Lawless, Malick contará con nombres como los de Natalie Portman, Christian Bale, Cate Blanchett, Ryan Gosling y Rooney Mara. Un grupo que actuará en ambas películas, lo que hace pensar que se tratará de cintas hermanas, con un desarrollo episódico.

Como siempre, el fuerte hermetismo con el que Malick trabaja (sólo ha dado dos entrevistas, una en 1973, la otra el 2007) hace que todo tenga que ser dicho en condicional. De todas maneras, algo se puede decir con certeza: Malick, como nunca antes, se ha puesto a rodar con continuidad. Sólo queda ver si esta vorágine de películas hará variar la profundidad de su largamente elaborado estilo.