Si bien los vehículos de origen chino aún no dejan de ser autos enfocados en el precio, sí hay marcas que han ido destacando por otras causas frente a otras.
Dentro del grupo que ofrece modelos con buen diseño y más finas terminaciones, y que a simple vista se ven confiables, está Brilliance, importada por Fortaleza, que acaba de lanzar el V5, un crossover con un diseño atractivo, que le permite pelear de igual a igual con marcas de otros orígenes.
Este plus no es casualidad y se debe a la alianza que Brilliance tuvo en China con BMW. Por eso, no extraña la gran similitud estética que hay entre este modelo y el X1 de la firma alemana.
La preocupación por mostrar un buen producto no sólo se enfoca en el exterior, también hubo un especial cuidado en el diseño interior, en el que se conjugan modernidad y funcionalidad.
Con una distancia entre ejes de 2.630 mm, este crossover admite bien a cinco ocupantes, a pesar del pronunciado túnel de transmisión en el centro, y deja un espacio de 430 litros en el maletero.
Un segundo punto importante es la calidad de los materiales empleados y las terminaciones del V5. Si bien aún hay lugares donde es posible tocar plásticos con bordes filosos, el interior es de lo mejor que se ha visto en autos chinos. Se nota el esfuerzo por combinar plásticos duros y opacos, y que al tacto tienen pequeñas rugosidades, con materiales cromados.
El V5 tiene una cómoda posición de manejo y buena visibilidad hacia el exterior, gracias a unos espejos laterales grandes, butacas cómodas, con la sujeción lateral justa, y los controles de la consola todos a la mano.
Respecto del motor, el Brilliance V5 usa un bloque gasolinero 1.6 de 118 caballos, con un par de 151 Nm, que aparecen a las 4.000 rpm. Lamentablemente, es un motor al que le falta una mayor respuesta desde el arranque, lo que obliga a forzar el acelerador para tener un andar parejo y ágil. Si necesita partir rápido o hacer un adelantamiento ajustado, es posible que no encuentre la respuesta que espera. Y eso, a pesar de que la transmisión automática de cinco velocidades está bien relacionada, y tiene pasos de marchas suaves y ágiles, pero no es suficiente para volver ágil a un motor poco vivaz.
Otra cosa son los componentes del chasis. La suspensión está bien trabajada, mezcla entre firme y cómoda, con amortiguadores que retienen bien y no golpean, mientras que la dirección es asistida en la justa medida para cumplir en la ciudad con toda seguridad.
La versión testeada es full equipo ($ 10.590.000) y viene con una larga lista en equipamiento, destacando sus cuatro airbags, frenos ABS, control de estabilidad, neblineros, sunroof, sensor de retroceso y aire acondicionado, entre otros. Bueno para un modelo que entra totalmente por la vista.