Es el tercer modelo de la recién avecindada marca china Faw y ha demostrado ser el que mejor expone los atributos de calidad y desempeño a un precio muy asequible, con los que el fabricante se ha promocionado publicitariamente durante los últimos meses.
Al V5, un sedán compacto de 4.290 mm de largo y 2.425 mm entre ejes, bien le vale haber sido construido en las líneas de producción de Tianjin, fábrica de Faw que cuenta con un acuerdo de cooperación con Toyota. Gracias a ello, el modelo se levanta sobre la estructura de la primera generación del Yaris Sedán, del cual también toma su motor de 1.5 litros.
El V5 no sólo presenta puntos destacados en su desempeño, sino también exhibe algunos aspectos que en calidad se perciben por sobre la media del resto de los exponentes del origen, aun cuando su propuesta estética no presenta innovación alguna.
Parte de eso se evidencia en su diseño, con líneas clásicas que se ven interrumpidas por una parrilla delgada y grandes focos delanteros. En el interior se aprecia un buen orden de los elementos, con un panel de instrumentos de fácil lectura, radio de fábrica y con conexión USB, además de una sensación de calidad de los materiales acorde con el precio pagado, pese a la aplicación de plásticos cromados que remarcan el volante y la línea del tablero.
Y si bien el V5 no destaca por disponer una gran lista de dispositivos de confort y seguridad, a un precio de $ 4.990.000, la única versión del sedán ofrece un kit de equipamiento bastante correcto, que incluye aire acondicionado, cierre centralizado, alzavidrios y espejos eléctricos, junto con dos bolsas de aire, frenos ABS con EBD, y algunas alertas para el cinturón de seguridad y puertas abiertas.
Claro que la mayor fortaleza del V5 está en el buen comportamiento de su bloque de 1.5 litros, que eroga 101 Hp de potencia y 135 Nm de par máximo disponibles a las 4.400 rpm, que resulta ser un motor muy elástico y que permite rápidas recuperaciones. Asociado a una caja mecánica de cinco marchas y a una buena calibración de sus amortiguadores, que superan los baches del asfalto con éxito, imprime un buen dinamismo a su andar en la ciudad.
Lamentablemente, esa calidad de rodado no se replica del todo a alta velocidad, ya que su suspensión no entrega todo el aplomo necesario para sentirse cómodo. Tampoco ayuda su dirección asistida, demasiado suave para los requerimientos en una autopista. Al Faw V5 mejor dejarlo en la ciudad.
Sin embargo, el conjunto completo resulta una opción atractiva por su relación precio/equipamiento, competitivo frente a rivales como el Chery Fulwin, Changan CV2 y Jac J3 Turin.