Desde que el alemán Peter Schreyer tomó el control del departamento de diseño de Kia Motors, las cosas cambiaron para siempre en la casa coreana. Por eso, no es novedad encontrarse con un modelo que presenta en cada trazo de su diseño, una mejora que se aprecia a la distancia.

Es así como el Cerato 5 deslumbra por su look exterior, donde el frontal se vuelve cada vez más fino, mientras que el lateral adquiere una personalidad deportiva, gracias a la mayor inclinación del parabrisas y una caída del pilar C más marcada. Atrás, son los focos envolventes los que seducen.

Al interior seguimos encontrando mejor calidad en la elección de los materiales, y cada vez una mayor preocupación por los detalles, por lo que ya no sorprende el buen nivel de terminaciones.

Disponible en cuatro versiones, tres de ellas con un motor 1.6, probamos la tope de gama Sport, equipada con un motor de dos litros y que cuesta $ 11.990.000.

Si el punto más crítico en Kia era el tema de motorizaciones, esta vez pasó a ser amarillo. Es cierto, estamos en presencia de un mejor bloque, con 158 caballos de fuerza y un torque de 194 Nm, pero éste se logra recién a las 4.500 rpm, por lo que en bajas revoluciones sigue siendo un poco flojo, demasiado para un modelo apellidado Sport.

Hay que saber llevarlo a la parte alta del tacómetro para obtener mejores respuestas, y en esto, la caja mecánica de seis marchas ayuda mucho, pero en contra, atenta con el objetivo de lograr un mejor consumo de combustible, que en ciudad rindió apenas 9 km/litro.

Pero, a pesar de esta falta de empuje y de un discreto rendimiento, este es un auto que se siente bien pegado al piso, se comporta de excelente forma en curvas, ofrece un recorrido preciso de la suspensión y un agradable tacto de conducción urbano. Y es que aparte del diseño, Kia está apostando por mejorar la puesta a punto de sus modelos. Así podemos encontrarnos con un auto que dobla bien, no tiene excesos de cabeceos, ni tampoco sufre de descontrol cuando se cambia bruscamente el eje. Todo tan diferente de su hermano sedán.

El equipamiento de esta versión está acorde con el precio, destacando la pantalla táctil con cámara de retroceso, botón de encendido, seis airbags y control de estabilidad, entre otros.

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