Nuevamente un estudio cuestiona la inocuidad del tratamiento de reemplazo hormonal (TRH) que se indica a las mujeres para combatir los molestos síntomas del período de la menopausia.

Esta vez un grupo internacional de epidemiólogos en cáncer de ovario, liderado por la U. Oxford y en el que participaron más de 100 investigadores, realizó una revisión de 52 estudios epidemiológicos que incluyen los datos de 21.488 mujeres con esta enfermedad.

Según el estudio, publicado en la revista médica The Lancet , las mujeres que usan TRH, aunque sea por poco tiempo, tienen hasta 40% más riesgo de desarrollar cáncer de ovario que las que nunca han seguido este tratamiento. "Para las que toman TRH por cinco años, comenzando cerca de los 50, habrá un caso de cáncer de ovario extra por cada mil usuarias y una muerte más por cáncer de ovario por cada 1.700", dice el informe.

Los investigadores señalan que el riesgo es el mismo para las terapias que incluyen sólo estrógeno o estrógeno con progesterona, y que el alza de cáncer de ovario se observó en dos de los cuatro principales tipos de cáncer (ováricos serosos y endometriósico).

A juicio del gineco-oncólogo de la Red de Salud UC Christus, Jorge Brañes, todavía no está claro cuál es el mecanismo que explica el aumento del cáncer de ovario cuando hay TRH, aunque probablemente sean los factores promotores de los estrógenos los que provocan que exista un mayor crecimiento celular en estos órganos. Respecto del estudio, dice que la mayoría de sus conclusiones ya se conocían de investigaciones previas. "Lo nuevo es que incluso, con poco tiempo de uso, existe también este riesgo", agrega. En todo caso, aclara que hoy, en general, los médicos tratan sólo a las mujeres con síntomas de menopausia y se usan dosis bajas durante el menor tiempo posible.

Para Carlos Rencoret, ginecólogo, oncólogo mamario y secretario general de la Sociedad Chilena de Climaterio, este estudio también es una compilación de datos ya conocidos, pero que además muestra una disparidad en los datos de estudios prospectivos, que muestran un leve incremento del riesgo relativo, versus estudios retrospectivos, que no lo evidencian. Es más, explica, pues considera el estudio Million Women Study del Reino Unido, que desde su aparición en 2003 es cuestionado por errores en sus resultados y metodología. "Creo que se necesita más investigación, y un análisis profundo de este mismo estudio recién publicado, para evitar conclusiones apresuradas que lleven a decisiones incorrectas basadas más en reacciones mediáticas que en conclusiones científicas de las sociedades y organismos de salud involucrados en el tema", dice.

"En ningún caso la TRH se debe descuidar. Hay que tomarla como un medicamento y no como un tratamiento que ayuda a mejorar la piel o el pelo. Hay que decirle a la paciente que tiene riesgos y ella debe ser responsable con el control ginecológico", dice Brañes.

Respecto de si se debe reevaluar la indicación de TRH a la luz de este estudio, Rencoret señala que no. "La indicación actual de la terapia hormonal según la IMS (International Menopause Society) es para las mujeres que tengan síntomas de cualquier índole durante este periodo, y la duración recomendada es hasta que estos desaparezcan. Lo habitual es que este tratamiento sea de corto plazo, la gran mayoría de las mujeres lo usan por no más de dos a tres años", aclara.

"Lamentablemente en el mundo sólo el 10% de las mujeres menopáusicas reciben tratamiento hormonal y, en promedio, por menos de dos años debido a la desinformación de mujeres y médicos y al temor por el eventual riesgo de desarrollar cáncer de mama", dice Reconret.

El jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Clínica U. de los Andes, José Antonio Arraztoa, reconoce una disminución del número de usuarias de TRH a partir de la publicación de otros estudios. "En EE.UU. se reporta que alrededor del 5% de las mujeres postmenopáusicas son usuarias habituales de hormonas. El porcentaje es mayor si se considera a las que alguna vez han usado TRH, aunque sea por períodos cortos. Este porcentaje llega a 20%".

Desde la perspectiva de Arraztoa, "los resultados del estudio enfatizan la conveniencia de mantener controles periódicos con el médico, quien debe evaluar, paciente a paciente, los riesgos versus los beneficios del uso de terapia de reemplazo hormonal".

Rencoret explica que la menopausia provoca múltiples síntomas en el sistema nervioso central, urogenital, piel, huesos, etc. "Los más comunes al inicio son los bochornos y la sudoración nocturna, y en la etapa mediana del climaterio (dos o tres años de instalada la menopausia) aparece el resecamiento y atrofia del sistema urogenital, lo que provoca ardor y dolor con las relaciones sexuales y también infecciones urinarias frecuentes". Según el experto, la terapia hormonal es el tratamiento más efectivo para la eliminación de estos síntomas.