Es el mismo escenario donde en abril de 2007 se produjo el peor ataque masivo a tiros en la historia moderna de EE.UU. y donde murieron 33 personas. Un agente de policía y otra persona murieron a balazos ayer, en predios de la Universidad Virginia Tech. Según la policía local, cerca del mediodía, un hombre disparó a un agente de seguridad de la universidad y poco después fue hallada otra persona sin vida en un estacionamiento cercano. Hasta anoche, las autoridades no descartaban que el segundo cuerpo correspondiera al del propio atacante, mientras fuentes de la universidad dijeron que se halló un arma cerca del cadáver.
La confusión inicial obligó a que las autoridades recomendaran a los estudiantes permanecer dentro del recinto con las puertas cerradas.
Según la policía local, el funcionario murió luego de que, en un procedimiento de rutina, detuvo a una persona por una infracción de tránsito. En ese momento, un sujeto que no estaba involucrado en la infracción le disparó, sin que hasta anoche se conociera el móvil del ataque. Testigos dijeron que el atacante corrió hacia un estacionamiento del recinto, donde luego se halló a otra persona sin vida.
Poco después, los agentes acordonaron la zona y la universidad cerró el campus y advirtió a estudiantes y profesores, vía correo electrónico y mensajes de texto, que permanecieran dentro del plantel. En ellos se alertaba de la presencia del sospechoso, "un hombre de raza blanca, con pantalones grises, una gorra gris con vetas de color verde, un polerón con gorro de color marrón y una mochila".
Sin embargo, la alerta fue levantada horas más tarde, al considerarse que ya no existía amenaza. Al respecto, un funcionario policial confirmó a la agencia The Associated Press que el atacante estaba muerto, aunque no dijo como falleció. En tanto, en conferencia de prensa, el sargento Robert Carpentieri no confirmó si el segundo cuerpo era del atacante, pero dijo que "pueden leer entre líneas".
Reacciones
"Es insensato que alguien haga algo similar con todo lo que pasó en 2007", dijo Corey Smith a la AP, estudiante de 19 años que se dirigía a un comedor cerca del lugar del ataque, pero que se quedó en el edificio tras emitirse la alerta.
Harry White, de 20 años, estudiante avanzado de física, dijo que estaba esperando que le prepararan un sándwich en un restaurante popular en los predios universitarios, cuando recibió un mensaje de texto en su celular, alertándolo sobre el hecho. White dijo que pensó que podía ser una falsa alarma y fue a un laboratorio de computación, en un edificio aledaño, donde escuchó las noticias sobre el tiroteo. "Decidí ver qué gravedad tenía", dijo. Agregó que el ambiente estaba más tranquilo de lo habitual, porque las clases terminaron el miércoles y los estudiantes se preparaban para el comienzo del período de exámenes. Dijo que no detectó muestras de pánico entre los alumnos, profesores o funcionarios.
El incidente ocurrió el mismo día en que Virginia Tech, que tiene unos 30.000 estudiantes, apeló una multa de US$ 55.000 que le impuso el Departamento de Educación del gobierno federal en relación con la respuesta de la universidad al incidente de 2007, cuando un estudiante se suicidó tras matar a 32 estudiantes y profesores. De hecho, la universidad fue severamente cuestionada por su reacción ante esos hechos.
Una alerta por la posible presencia de un pistolero en Virginia Tech, el pasado 4 de agosto, provocó la movilización más masiva en la universidad desde que el hecho de 2007 hizo que perfeccionara sus procedimientos de emergencia. Sin embargo, en esa oportunidad no se halló ninguna persona armada.