En Viña 1984, la parrilla de artistas mostraba a Miguel Bosé, José Feliciano y el fallecido Andy Gibb como parte de sus cartas más fuertes. Junto a ellos figuraba un grupo noruego llamado Titanic, formado en 1970 y de escasa repercusión radial en Chile. ¿La razón de su presencia? La entonces alcaldesa de Viña del Mar, Eugenia Garrido, argumentó que "mi sobrina es fanática de esa banda". Y, por aquellos años, fue suficiente para contratarlos, aunque tuvieron mal recibimiento.

Jan Loseth, guitarrista y fundador, recuerda la experiencia: "Fue demasiado exótico visitar un país al otro lado del planeta, no sabíamos cómo nos iba a recibir la gente, pero todo fue maravilloso, hasta el punto de que prácticamente no se sentían las dificultades políticas que Chile tenía en ese momento dentro de sus fronteras".

Uno de los momentos que más recuerda fue que cuando terminó su presentación, estaba en el camarín cambiándose de ropa con los pantalones debajo de la rodilla y entró una mujer corriendo gritándole: "Súbetelos". "Avergonzado, pensando que había sido indecente dejar la puerta abierta, me los subí, pero sólo para ser empujado por las escaleras de nuevo, para volver al escenario, donde el conductor se acercó y nos dio la 'Torcha' (Antorcha)".

Hasta hoy, en su página web, Titanic describe al Festival de Viña del Mar "como una de sus presentaciones más importantes, frente a 20 mil personas y vista por más de 400 millones a través de la televisión". Actualmente, la banda, que ha tenido varios cambios de integrantes, realiza shows en Europa.