En su segundo y último testamento, fechado el 15 de enero de 1665, Catalina de los Ríos y Lisperguer declaraba como bien la chacra "en el pago de Tobalagua". La hacienda de Tobalagua o Tobalaba (del mapudungún "Tobalahue", Lugar de las flores coloridas) era en efecto el dominio de La Quintrala y hay hasta hoy quienes dicen sentir su "presencia". El camino sería conocido, de manera nada sorpresiva, como "Camino de Tobalaba". La chacra ocupaba la parte nororiental, cuyo centro era la actual La Cañada y Aguas Claras. Captado por Enrique Mora hacia la década del 30, "me parece un típico paisaje rural que reafirma que hasta tan tarde (casi ayer) esta ciudad seguía siendo ante todo agraria, campestre, salvo el centro o casco histórico (mejor dicho público y político) de Santiago", afirma Alfredo Jocelyn-Holt.