Casi el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para Chile en 2009. Eso es lo que perdió el valor en en Bolsa de Toyota, en las últimas dos semanas.
Se trata de una caída de cerca de US$ 30 mil millones desde el 21 de enero, fecha en que el mayor fabricante mundial de automóviles llamó a revisión a 2,3 millones de autos en Estados Unidos para corregir un posible defecto en la fijación del pedal del acelerador. Días después lo haría en otros mercados como Europa y Latinoamérica, alcanzando los 8,1 millones de unidades, con potenciales defectos.
Hoy Toyota tiene una capitalización bursátil de US$ 126.920 millones, mientras que a comienzos de enero alcanzaba los US$ 155.884 millones.
Igual evolución ha seguido el precio de la acción. Ayer el papel del fabricante de autos cerró en Wall Street a US$ 73,69, una caída de 18,5% respecto del 20 de enero. El peak histórico del papel fue el 4 de enero de 2007, cuando se llegó a US$ 137,77.
El problema se basa en un desgaste de algunos mecanismos del pedal que puede hacer que el acelerador sea más duro o, en caso extremo, según comunicó la misma empresa, quede atascado. Algunos de los modelos que están afectados son RAV4, Corolla, Matrix, Avalon, Camry, Highlander, Tundra y Sequoia, entre otros.
Toyota se enfrenta actualmente a su mayor crisis de credibilidad debido a las llamadas a revisión masivas en todo el mundo y la posibilidad de que sus objetivos de ventas se desplomen y no cumplan sus previsiones para 2010 de comercializar 8,27 millones de vehículos.
El analista de Deutsche Bank en Tokio, Kurt Sanger, afirmó a The Wall Street Journal que Toyota había detenido la producción en alrededor del 60% de su capacidad de producción en Norteamérica y que la paralización de las ventas de ocho modelos podría costarle dejar de vender hasta 18.600 unidades por semana. "Creemos que se trata de un problema de unos US$ 1.100 millones", dijo Sanger al medio norteamericano. El experto estimó en cerca de US$ 664 millones los costos de reparación y la detención de la producción. Pero advirtió que se debe agregar costos indirectos, como pagos de arriendos de autos y subsidios a los concesionarios.