Hace dos años Constanza Jofré (24) estaba cesante. Tras egresar de teatro había realizado pequeños trabajos como actriz, pero no tenía nada estable. Fue en esa época que un amigo le contó la experiencia que le tocó vivir a través de working holiday, un sistema de convenios instaurado entre países como Nueva Zelanda y Chile y que permite desarrollar trabajos temporales cuyas remuneraciones sirven para pasear y conocer otras culturas. Estos programas, que operan mediante una visa que usualmente dura un año, apuntan a jóvenes de entre 18 y 30 años, por lo que Constanza enganchó de inmediato.
Para ella la posibilidad de viajar y ganar dinero al mismo tiempo era sumamente atractiva. "No tenía nada que me atara realmente ni nada que me interesara más que viajar en ese momento. Quería agarrar experiencia del mundo para saber realmente dónde quería estar y qué hacer", recuerda. Por eso decidió postular, pero tenía que decidir entre Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Dinamarca, países que en 2013 tenían habilitada esta opción para los jóvenes chilenos y a los que recientemente se sumó Alemania.
Constanza investigó y se dio cuenta de que Nueva Zelanda era el lugar que ofrecía mayores facilidades para postular, ya que no exige un nivel de inglés como Australia y la oferta de trabajo es la más amplia entre todos los países. Según Enrique Vásquez, creador de Workingholiday.cl -blog nacional dedicado a informar sobre los convenios de este tipo que Chile mantiene-, las facilidades impuestas por el gobierno neozelandés hacen que la nación oceánica sea la más demandada. Cada noviembre los interesados postulan a través de una sección especial habilitada en el sitio www.immigration.govt.nz y los 1.000 cupos para chilenos se agotan en apenas dos horas.
Constanza juntó los 70 mil pesos que se exigen al postular -los que se pagan con tarjeta de crédito- y se aventuró a luchar contra los otros miles de candidatos que saturan el sitio web. Lo logró, obtuvo su visa y en mayo de 2014 partió a Mount Maunganui. Hoy recorre el sudeste asiático, destino recurrente para los que optan por la visa de trabajo a Nueva Zelanda, debido a la cercanía entre ambos lugares. Estas vacaciones llegan luego de meses de arduo trabajo en rubros como la recolección y embalaje de fruta. Hoy sus planes son extender la visa por unos meses más, para tener tiempo de trabajar al volver del Extremo Oriente.
Esta vez quiere optar a un after school y cuidar niños después del colegio, un trabajo que ofrece mayor salario y al que ya puede postular tras haber mejorado su inglés. Con el dinero que reunirá, quiere volver a Chile por un breve período y postular nuevamente a un programa working holiday pero en Australia, debido a que el idioma ya no sería una limitante. Este país compite con Canadá por el segundo lugar en el ranking de los destinos más demandados por los chilenos, aunque presenta una mayor cantidad de requisitos: exige un nivel funcional de inglés certificado mediante un examen tipo Toefl y tener aprobados los dos primeros años de una carrera de al menos tres años de duración.
Cada año el gobierno australiano habilita 1.500 visas del tipo working holiday para chilenos, a las que se postula por ventanilla en la embajada de Santiago. Según explica Enrique Vásquez de Workingholidays.cl, los requisitos más exigentes inciden en que los cupos entregados por el país oceánico nunca se hayan agotado.
Oferta creciente
Durante mucho tiempo, Nicolás Curi (24) tuvo claro que quería partir a Europa y recorrer el continente, por lo que se dedicó a juntar dinero. Pero una oportunidad inesperada se cruzó en el camino de este periodista, al aprobarse el convenio working holiday entre Alemania y Chile. Este es el acuerdo más reciente de este tipo y partió en febrero de 2014 con bastante éxito: según la embajada alemana, el número inicial de solicitudes de visa fue de 116, por lo que la nación europea se ubicó inmediatamente en el tercer puesto de los lugares más requeridos. El idioma es una barrera importante para la adaptación y para encontrar trabajo, ya que generalmente no basta con hablar inglés, pero los requisitos para postular -como tener entre 18 y 30 años y no viajar con otras personas- no son complicados.
Esto hizo que Nicolás no lo pensara dos veces y pidió una cita en la embajada alemana. En noviembre partió al Viejo Continente, arriesgándose a aprender alemán en terreno mientras trabaja "en lo que sea". En los propios blogs dedicados a working holiday los usuarios comentan que, por lo general, los latinos en Alemania que no dominan el idioma trabajan con otros latinos que tienen emprendimientos propios como restaurantes o pubs.
Otras maneras de viajar
Además de working holiday, hay varios otros sistemas de trabajo en el extranjero que también han sido creados para facilitar el viaje de los aventureros. Un ejemplo es Work and Travel Chile (http://spanish.chile.usembassy.gov/worktravel-sp.html), programa enfocado en Estados Unidos y que es operado por agencias de turismo para jóvenes, las que se encargan de organizar desde pasajes, trabajo y alojamiento.
Estas empresas se enfocan en quienes quieren realizar trabajos de verano (o invierno) por tres o cuatro meses y para postular se debe cumplir con determinados requisitos como estar matriculado en alguna universidad o instituto acreditados. También existen alternativas menos tradicionales que están tomando fuerza en nuestro país, tales como WWOOF o HelpX, las que buscan constituirse en una red de trabajo voluntario mundial.
WWOOF es una sigla de World Opportunities On Organic Farms u "Oportunidades Mundiales en Granjas Orgánicas" (www.wwoof.net), organización de la que Chile también participa y que facilita la colocación de trabajadores voluntarios en granjas orgánicas en países tan distintos como Japón, Noruega y Sudáfrica. Los viajeros no reciben ningún pago financiero y el host (granja) proporciona alimentos, alojamiento y oportunidades de aprender, a cambio de la ayuda con labores agrícolas u otras actividades acordadas. El nombre de Helpx.net alude al concepto del "intercambio de ayuda" y presenta una oferta muy similar a WWOOF, pero además de trabajos en granjas orgánicas también ofrece actividades voluntarias en empresas de agroturismo, casas de campo, albergues e, incluso, barcos a vela.
Trabajar viajando
Amantes de las aventuras y jóvenes que simplemente quieren darle un vuelco a su rutina. Esos son algunos de los perfiles de quienes parten a Oceanía, Europa y otros continentes a realizar labores temporales que, además, les permiten financiar vacaciones y conocer otras culturas. A casos de éxito como Nueva Zelanda se suman nuevos destinos como Alemania e, incluso, redes de trabajos voluntarios a cambio de alojamiento y alimentación.