Despegó por primera vez en 1992 y hasta que fue dado de baja por la Nasa, en 2011, realizó 4.671 órbitas alrededor del planeta, completando un total de 299 días operativo. Fueron 25 misiones al espacio, que equivalen a un recorrido de 197.761.261 kilómetros, una distancia superior a la que separa la Tierra del Sol.
Pero ayer, el transbordador Endeavour inició el que será su último y definitivo viaje: a partir del 30 de octubre será exhibido como una pieza de exhibición de museo, en un hangar del Centro de Ciencias de California.
Traslado que implicó un espectacular recorrido de casi 20 kilómetros por las calles de Los Angeles, ante la mirada de cientos de personas que se reunieron para ver pasar por última vez al transbordador.
Un año y medio de preparación requirió este inusual traslado que, debido a la envergadura de la nave, implicó la tala de casi 400 árboles, la retirada de semáforos, cableados y señalizaciones, así como el corte de vías. El trayecto comenzó durante la madrugada de ayer, a una velocidad máxima de tres kilómetros por hora sobre una plataforma de 160 ruedas.
Nunca antes una nave de tal envergadura había circulado por las calles de la ciudad: en los tramos más estrechos tenía un margen de apenas 15 centímetros por cada ala para maniobrar. En una de las primeras paradas tras salir del Aeropuerto Internacional de Los Angeles, donde descansaba desde su última misión, el Endeavour debió permanecer casi nueve horas detenido mientras empleados de la red eléctrica retiraban el cableado de la luz, que se interponía en su camino, antes de ponerse de nuevo en marcha.
La despedida del Endeavour marca el fin de la era de los transbordadores espaciales, que comenzó en 1981, con el despegue del desaparecido transbordador Columbia y que contempló un total de 135 misiones al espacio.