La caracterización de los personajes ya estaba dominada, y los encargados del vestuario y accesorios tantearon desde dientes, narices hasta pelucas en el ensayo del sketch sobre Condorito -que se presentaba en la madrugada-, que se realizó en el hotel Noi, bajo la dirección de Gonzalo Cordero.

Don Francisco se probó su tenida para personificar a Don Cuasimodo, de camisa blanca, pantalón negro con suspensores y una vistosa nariz con bigotes postizos. Mientras, un semicírculo conformado por Rafael Araneda, Julián Elfenbein, Karen Doggenweiler, Martín Cárcamo, Tonka Tomicic y otros rodeaban a Cordero, quien les marcaba el tono del libreto. Así repasaron la protesta en Pelotillehue de los escolares, bajo el relato de Claudio Palma y con Kike Morandé como Pepe Cortisona. La idea era mezclar a los rostros con un concepto chileno y generar algo similar a los gags de campañas pasadas, como el Chavo del Ocho o el de superhéroes de 2010.

Un problema mayor fue encontrar a la figura que interpretara a Condorito. Varios fueron sondeados para personificarlo, como el futbolista Jorge Valdivia o el ex seleccionado nacional Marcelo Salas. Pero se encontraban en Brasil, lo que impidió concretar la opción, como reconocen en la producción del bloque humorístico de la jornada solidaria.