"Llegaron a su fin 100 años de historia", lamentó un trabajador de Distribuidora Rabié, luego de que la administración les informara que habían declarado la quiebra.
Fue Jorge Rabié Uauy quien presentó, el martes 6 de agosto, en el 22º Juzgado Civil de Santiago, la solicitud de quiebra de la empresa. Esta fue vista ayer por el tribunal, que acogió la quiebra.
Según el escrito, ingresado a las 13.01 del martes, el motivo de la petición es uno, detallado en el anexo "Memorias explicativas de las causas directas e inmediatas del mal estado de los negocios".
La razón que entrega el empresario para declararse fallido es el terremoto del 27 de febrero de 2010. Argumenta que, "a propósito del terremoto, se produjo el incendio y destrucción de las bodegas, ubicadas en Chillán Viejo; además, hubo cuantiosos daños en las oficinas de la administración, lo que produjo su inhabilidad por un período relevante". Agregó que como consecuencia, no pudieron atender a sus clientes desde Curicó al sur: "Para darle continuidad operativa al negocio, se establecieron planes de contingencia desde el centro de distribución de Santiago y diferentes bodegas satélites, con los consecuentes gastos extraordinarios y costos adicionales".
Explica que todos estos factores afectaron las ventas y el margen de la empresa y que, además, perdieron clientes. "Todo esto afectó en los acuerdos comerciales que manteníamos con los proveedores, repercutiendo en menores ingresos por diferentes conceptos que los proveedores tenían acordados bajo escenarios normales", explica el documento.
La distribuidora argumenta que los daños fueron millonarios y que generaron gastos que no estaban contemplados y pérdidas importantes, lo que aumentó el nivel de endeudamiento de la empresa: "Esto se tradujo en un deterioro progresivo y cada vez más profundo de la situación financiera y económica de Rabié".
Finalmente, detalló que los seguros no cubrieron la totalidad de los daños materiales y comerciales: "Rabié inició una acción judicial en contra de la sociedad Chilena Consolidada Seguros Generales y otras compañías para que paguen varios miles de millones de pesos".
Ultimas negociaciones
El presidente del sindicato de la empresa, Hernán Sepúlveda, dijo que la administración les explicó ayer la situación de la empresa y que se había dado la comunicación a los proveedores y vendedores.
"Nos dijeron que se había pedido la quiebra luego de que fallaran las últimas negociaciones para vender la empresa, el lunes a última hora. Pero no nos quisieron decir con quién habían estado negociando", afirmó el dirigente. También les manifestaron que "luego de que los Said Handal dijeran que no iban a comprar, los bancos cerraron la puerta y ahí todo se complicó". Según Sepúlveda, la gerencia les comentó que esperan que en dos semanas sea nombrado el síndico.
Distribuidora Rabié estuvo en conversaciones con varios actores en el último tiempo para una asociación o venta. Prisa y Socofar -holding dueño de Cruz Verde- estuvieron entre los interesados.
La deuda que arrastra la firma ascendería a unos US$ 120 millones y los tres principales acreedores, según se detalla en el escrito entregado al juzgado, son los bancos BCI y Santander y la multinacional Unilever.