Siempre negó su rol protagónico en el despegue del trip hop y se ufana de armar y desarmar los shows bajo sus principios. Agosto de 2009 en el Teatro Caupolicán es un buen antecedente: pese a la electrónica de pulso cansino que patentó con el género nacido en Bristol -hogar los también icónicos Massive Attack-, su debut en Chile estuvo marcado por una arrolladora descarga eléctrica más cercana al golpe al mentón que al acercamiento seductor propio de su sonido. Hasta se sumergió entre el público y encabezó un sudoroso desmadre.
Bajo esas mismas coordenadas impredecibles, Adrian Thaws -Tricky para las masas- ya agendó su próxima visita a Chile: será el domingo 22 de mayo en el teatro La Cúpula del Parque O'Higgins. La visita es parte de una gira que, a principios del próximo mes, también pasará por España.
Pese a un carácter artístico que a momentos asoma indomable, el inglés viene con su último trabajo, Mixed race, lanzado en septiembre del año pasado y que ha recibido críticas dispares, aunque se destaca como una de sus piezas más rítmicas y diversas (en las reseñas se recalca su inclinación por variantes como la música de Jamaica y Francia). Un rompecabezas de ritmos grabado en París -donde el artista reside hace dos años- y que cuenta con una abundante corte de invitados encabezada por Bobby Gillespie, el hombre más reconocible de Primal Scream. Un triunfo que corona una carrera que explotó desde su participación en el esencial Blue lines (1991), de Massive Attack, y que luego tuvo su inicio en solitario con Maxinquaye (1995).
Las entradas para su show en Santiago salen a la venta este lunes 11 por el sistema Puntoticket y sin recargo en tienda Soldout, ubicada en Portal Lyon L79. Tienen un precio general de $ 15 mil y sólo se pondrán 1.500 entradas a la venta, ya que, según comentan los organizadores, el plan es crear un ambiente más íntimo.