Cuando faltan seis meses para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, el republicano Donald Trump logró acortar la brecha con la pre candidata demócrata Hillary Clinton y ya se encuentran prácticamente empatados en la intención de voto. Un sondeo divulgado el domingo y publicado por la cadena ABC News y el diario The Washington Post reveló que el empresario tiene un respaldo de 46% frente a un 44% de la ex secretaria de Estado. Esto representa un giro contra Clinton de 11 puntos porcentuales desde marzo.
Esto al tiempo que el 57% de los electores tiene una opinión francamente desfavorable de los dos candidatos, un nivel de rechazo nunca antes visto en una elección presidencial. Otras encuestas también reflejan un "empate técnico" entre ambos (ver infografía). Pero en el eventual escenario que sea Bernie Sanders y no Hillary quien enfrente a Trump, el senador por Vermont vencería al empresario por 50,3% contra 39,5%.
Según el diario The Wall Street Journal, la principal razón por la que Trump "se ha comido la ventaja de Clinton es porque goza de un apoyo más amplio entre los republicanos tras su decisiva victoria en las primarias de Indiana", de comienzos de mes. "Un triunfo que motivó la salida de sus dos rivales de la carrera. El presunto nominado republicano también ha ganado un liderazgo moderado entre los votantes que se califican como independientes", añade el diario.
En todo caso para algunos analistas, aún queda un largo camino para la elección del 8 de noviembre, por lo que los sondeos serán más significativos después de las convenciones partidarias en la segunda quincena de julio. Larry Sabato, politólogo de la U. de Virginia explicó a France Presse que Clinton aún debe ser vista como estructuralmente favorita, porque la elección se decide en una docena de estados clave, de acuerdo al sistema estadounidense de elección indirecta.
"Los factores fundamentales dan la ventaja a Clinton, porque Trump es aún un candidato extremadamente controvertido. Pero debemos decir que si los Clinton no ganan esta elección, deberían ser procesados por mala práctica política", comentó Sabato.
Los analistas concuerdan que uno de los mayores problemas para Hillary es que a muchos de los votantes de Sanders no les gusta la ex primera dama, lo que puede desembocar en una elección muy reñida frente a Trump. La ex secretaria de Estado tampoco es popular entre los hombres blancos, mientras que la principal debilidad del virtual aspirante republicano son las mujeres y las minorías.
Un ejemplo de lo reñida que serían las elecciones se puede ver ya en los sondeos de dos estados clave: Ohio y Florida. En este último, Hillary tiene una ventaja de apenas un punto porcentual (43%) frente al empresario (42%). Mientras que su ventaja aumenta a cinco puntos en Ohio con un 44% contra 39% de Trump, según un sondeo de YouGov. Por eso no se descarta que pese a todos los pronósticos Trump pueda dar la sorpresa en noviembre.