Señor director:
En el marco de la conmemoración de los 218 años del natalicio de Rosario Puga y Vidaurre, queremos informar sobre la localización de su tumba perdida, verificando, además, la destrucción de su mausoleo.
Rosario nació en Chillán el 8 de enero de 1796 y vivió momentos históricos para nuestro país. Fue el gran y único amor de O’Higgins. Ambos se conocieron en 1817, cuando el prócer libraba sus últimas batallas para asegurar la independencia, y a contar de 1818 lo acompañó en sus campañas de guerra, incluso cuando fue herido. De este romance nació Demetrio, su único descendiente. Murió a los 63 años de edad.
Pese a que su sepulcro tenía la condición de mausoleo perpetuo, en un sector con tumbas de alto valor patrimonial, sucumbió a la destrucción para dar paso a una remodelación de los espacios públicos del Patio 13 en el Cementerio General de Santiago. Hemos localizado el lugar exacto donde estaba el mausoleo y presentamos la denuncia correspondiente ante el Cementerio General y el Consejo de Monumentos Nacionales. Exigimos la restitución de la tumba y el rescate de sus restos y los de su madre, que hoy descansan en un espacio público destinado a pasillo, con abierta infracción al derecho de propiedad.
Este personaje de nuestra historia no merece que su tumba haya sido arrasada.
Gilberto Loch Reyes
Director ejecutivo Centro de Estudios Históricos Forenses