Doce soldados conscriptos del Ejército tendrán la posibilidad de estudiar en el programa de Bachillerato de la Universidad de Chile en 2016. Esto porque ese plantel otorgó cupos a jóvenes en el marco de un convenio de cooperación académica, firmado entre el rector Ennio Vivaldi y el comandante en jefe de las institución castrense, general Humberto Oviedo, en una ceremonia realizada en Aysén.
Vivaldi enfatizó que este convenio "nos permite ser mejor universidad y cumplir mejor la misión de la Universidad de Chile, el ser una universidad para todas y todos los chilenos". Y señaló que ayudará a "saldar una deuda de la sociedad chilena con su gente, entregando a los jóvenes la oportunidad real de ingresar a la educación pública, rompiendo así con desigualdades y brechas propias del actual sistema".
Para acceder a estos cupos dispuestos por la U. de Chile los postulantes deben haber cursado la enseñanza media en educación municipal o particular subvencionada. Además, se exige acreditar que el joven pertenezca a los tres primeros quintiles, ponderar sobre 600 puntos en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) que serán ponderados con las nota de la "evaluación militar" entregada por el Ejército y ponderar 450 puntos en las pruebas de Lenguaje y Matemáticas, optando en primera preferencia a la Universidad de Chile.
En tanto, el general Oviedo resaltó el hecho que "la Universidad de Chile abriera sus puertas generosamente y estimule el desarrollo profesional a través de estas becas".
El convenio permitirá implementar una serie de proyectos dirigidos especialmente a las zonas extrema. El rector Vivaldi detalló que se trabajará en formación, capacitación y perfeccionamiento de académicos, estudiantes de la universidad, y de los funcionarios de la institución de las Fuerzas Armadas.
El acuerdo también incluye prestación e intercambio de servicios para que estudiantes universitarios hagan sus prácticas en instalaciones del Ejército. Otro de los puntos en los que ambas instituciones trabajarán es la instalación de estaciones de control sísmico y meteorológico.
El general Oviedo subrayó que el acuerdo "está inserto en aquella función del Ejército como institución permanente del Estado, como un colaborador de la presencia en zonas extremas (…) y cooperar en las actividades que tienen que ver con el Estado y las políticas regionales particulares".