Señor director:

El sábado 19, el lector Fernando Molina Lamilla afirmó que "por obra y magia del sistema electoral binominal"  a la UDI se le subsidió en la última elección, pues sacó un 10% más de diputados que de votos. A juicio de él, esta es una distorsión de la voluntad ciudadana. Dicho así, y si fuera cierto, sería muy grave.

Sin embargo, no hay tal subsidio. Lo que Molina no dice es que los sistemas electorales mayoritarios -como el binominal- siempre premian a los partidos o coaliciones grandes, los cuales sacan siempre más diputados que votos. Por ejemplo, la Concertación ha sacado siempre más diputados que votos desde 1990. Es decir, la Concertación ha sido siempre subsidiada por el binominal, en palabras del cartista. ¿Quiénes pagan este subsidio? Los partidos chicos que sacan algunos votos, pero no logran sacar ningún diputado.

En otros sistemas electorales mayoritarios -como el uninominal, que elige sólo un diputado por distrito- hay más subsidio para los grandes, pues un partido puede sacar el 49% de los votos en un distrito y no obtener ningún diputado. Países democráticos y desarrollados como Inglaterra y Estados Unidos tienen el sistema uninominal, pues privilegian la moderación y gobernabilidad que otorgan los sistemas mayoritarios.

Es cierto que estos sistemas electorales mayoritarios premian a los partidos y a las coaliciones grandes y castigan a los chicos. Ello tiene dos ventajas: desincentiva la existencia de partidos políticos con posiciones extremas -pues probablemente no elegirán diputados-, y, en consecuencia, facilita la gobernabilidad, al existir pocos partidos o coaliciones que postulan posiciones más moderadas.

Julio Dittborn

Diputado UDI