Diversos estudios científicos han asociado la obesidad abdominal -circunferencia de la cintura- a un mayor riesgo de sufrir males cardiovasculares y diabetes en el futuro. Por lo mismo es uno de los cinco parámetros que se usan para establecer si una persona sufre de síndrome metabólico: una condición de salud descrita -por primera vez- por Gerald Raven, investigador de la Universidad de Stanford, en 1988 y que establece que las personas que tienen al menos tres de los siguientes factores -obesidad abdominal, altos niveles de triglicéridos en la sangre, bajas concentraciones de colesterol "bueno" e hipertensión y glicemia elevada- tienen altas posibilidades de sufrir ataques o diabetes.

El ancho de la cintura era el primer paso para detectar este mal silencioso y para ello se seguía un criterio estándar : 108 cm para hombres y 88 cm para mujeres. Sin embargo, en 2005, la Federación Mundial de Diabetes dijo que la circunferencia de la cintura debía ser ajustada para cada país, debido a las diferencias de estatura que había entre las poblaciones. Fue así como desde el 2009, los departamentos de Nutrición y Salud Pública de la PUC comenzaron a trabajar en buscar el punto de corte de la circunferencia de cintura para nuestra población. El resultado: 88 cm para hombres y 83 cm para mujeres. Una medida mucho más baja y que muestra que son más los chilenos que podrían tener riesgo de los que se creía.

Andrea Valenzuela, nutricionista y docente de la nueva carrera de Nutrición UC dice que la última Encuesta Nacional de Salud (2010) usó los datos ajustados para nuestra población, revelando que un 62% de los chilenos tiene más centímetros en su cintura de lo recomendable (63,6% de los hombres y 60,5% de las mujeres mayores de 17 años). "Esa gente necesita un chequeo médico luego, especialmente si tiene antecedentes familiares", dice Valenzuela.

La especialista de la UC explica que la grasa, sobre todo la abdominal, es metabólicamente activa, lo que significa que libera una serie de hormonas -proinflamatorias y protrombóticas- que provocan alteraciones en el organismo, como más resistencia a la insulina, aumento de colesterol y más posibilidades de formar trombos que generan los ataques.

No es todo: si se aplican estos datos y se cruzan con los otros recopilados por la encuesta nacional, el 35% de la población chilena tiene síndrome metabólico, pues suma al menos tres de las condiciones antes mencionadas. Y los hombres llevan la delantera: 41,7% en hombres y 31% en mujeres. En 2003 sin criterios de cintura ajustados era un 23%.

El estudio de la UC y sus nuevos parámetros para Chile ya han sido presentado en varios congresos médicos a nivel nacional y se publicará en una revista especializada en las próximas semanas. Valenzuela dice que es importante que estos nuevos datos se conozcan y comiencen a usarse. Aunque tener una cintura más ancha de lo recomendado no es un peligro por sí mismo, sí es un factor de riesgo que debe ser analizado y estudiado.