El 10 de enero, el pesado pórtico de fierro del pasaje Bombero Ossa, epicentro de los lustrabotas en el centro de Santiago -entre Bandera y Ahumada-, continuó abierto después de las 21 horas. Catorce selectos comensales, que por lo general no se conocen entre sí, se sentaron en una larga mesa del restaurante Salvador para compartir un menú especial de "cocina nocturna" y a puerta cerrada.
El anfitrión y chef fue Rolando Ortega, quien ha sido desde copero a jefe de cocina en locales como Ebano y en el Hotel Regal Pacific. "La idea es darles a nuestros comensales un momento especial en la semana, salir de la rutina y tomarnos un espacio que, por lo general, muere de noche", cuenta Rolando.
La carta
El menú consistió en cordero a la cacerola con cerveza negra, menta y miel, acompañado de puré rústico de papa camote, champiñones, vegetales asados y berros frescos. De entrada, espárragos a la plancha con queso de cabra y huevo de codorniz pochado y una sopa fría de zanahoria, pejerrey confitado, ostión y cilantro, y para finalizar, de postre, torta de chocolate con berries y almíbar de albahaca. "Estamos alojados en el centro y cuesta encontrar dónde comer de noche. Nos gustó la idea de probar esta cocina a puerta cerrada y conocer gente", dice Jesús Tapia, español que se encuentra en Santiago por negocios.
Esta experiencia nocturna se realiza en el segundo piso del lugar, frente a la cocina abierta. Los desconocidos se preguntan los nombres, profesiones y cómo llegaron a esta mesa. No hay un máximo de integrantes para cada reserva, aunque es preferible no acudir en grupo; de lo contrario, sería incómodo para quienes eligen ir solos. Las personas que se conocen acostumbran a armar grupos cerrados y el resto de los comensales se sentirían aislados. Todo lo contrario a lo que se busca lograr en este restaurante, donde parte de la propuesta es compartir con gente nueva.
"Privilegiamos los grupos pequeños, queremos que se produzca una interacción entre los invitados teniendo como pretexto la comida. Si quieren venir grupos grandes les ofrecemos la alternativa de hacerlo otro día", explica el gestor de la idea.
Para formar parte de esta escondida cofradía gastronómica, hay que estar atentos a la página de Facebook "Salvador cocina y café" y reservar con anticipación al mail salvadorcocinaycafe@gmail.com. La cita se replicará dos veces al mes, por lo general los jueves. Advertencia: se sabe cuándo comienza este experimento, a las 21 horas, pero nunca cuándo termina.