El final del partido entre O'Higgins y San Luis de Quillota la noche del miércoles en Rancagua fue con escándalo. Cuando el juez Claudio Puga marcó el final del partido, se armó una trifulca en la cancha que, después se trasladó a camarines.
Pese a que el asunto no pasó de un aparatoso conato, Jaime Grondona, delantero quillotano, terminó detenido por agredir a un guardia de seguridad. Pasó la noche en la comisaría.
Los jugadores del equipo de la Quinta Región sindican a Ramón Fernández como el responsable de la situación. El transandino, según la versión del propio Grondona, habría provocado a los canarios tras el pitazo final. "Él empezó a hablar y nos decía que éramos malos, que nos íbamos a ir a la B. Lo dijo en la cancha y ahí lo entiendo, porque se dicen muchas cosas. Pero siguió diciéndolo fuera, cuando terminó el partido. Ahí todos perdimos el control y comenzó el problema", contó el delantero a La Tercera.
El implicado, sin embargo, se desentiende de los hechos. "Es una lástima todo lo que pasó. Después de un partido tan lindo, que pase eso es feo. La verdad es que nunca quise involucrarme en algo así. Ni siquiera quise reaccionar con algún golpe o algo... Mis compañeros me sacaron. Fue todo muy rápido antes de que se armara la trifulca. Las cosas que pasan dentro de la cancha tienen que quedarse ahí", expresó el oriundo de Formosa a Fox Sports.
Lo concreto es que el informe del árbitro ya está en manos del Tribunal de Disciplina. "Los jugadores de O'Higgins, Ramón Fernández, y de San Luis, Arnaldo González, se provocan, se empujan y luego son separados. Posteriormente, varios jugadores corren hacia camarines, provocando un tumulto", se lee en el reporte. "El cuarto árbitro observa a Roberto González, Nicolás Vargas, Fernando De Paul y Daniel Vicencio lanzándose manotazos en medio de dicho tumulto", culmina el juez, antes de constatar la detención de Grondona. El Tribunal trendrá la última palabra.