Pareciera ser la evolución de las formas de la lucha violenta palestina contra los israelíes. Si en las décadas de los 60 y 70 fue el secuestro de aviones de pasajeros, en los 90 los atentados explosivos suicidas y en los últimos años el disparo de cohetes desde la Franja de Gaza, ahora se trata de los apuñalamientos. Y en lo que va de octubre ya se han producido más de 20 casos de ataques a judíos por parte de jóvenes árabes armados con cuchillos. En estos 13 días han muerto 31 personas: siete israelíes y 24 palestinos.
Los últimos se produjeron ayer. Tres israelíes murieron en ataques con cuchillo (pero también con armas de fuego), dos registrados en Jerusalén Este y otros dos en la ciudad israelí de Raanana, unos 40 kilómetros al norte de Tel Aviv. Además, hay 20 heridos, algunos de gravedad. Por este motivo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó a una reunión de urgencia con los órganos de seguridad para tratar la situación.
"El terrorismo con cuchillo no vencerá", afirmó Netanyahu hace algunos días en la apertura de una sesión parlamentaria. Y ayer en el gobierno se discutía la posibilidad de desplegar al Ejército y poner bloques de hormigón en los puntos de control en Jerusalén.
Sin embargo, se trata de un ola de ataques compleja, ya que resulta difícil controlar el traslado de cuchillos y que está teniendo un impacto sicológico fuerte en la población. Así, si en el pasado las medidas de seguridad en aeropuertos, el muro de Cisjordania o el escudo antimisiles Domo de Hierro frenaron los ataques y los hicieron cada vez menos efectivos, no es fácil una solución para un cuchillo sacado del bolso o del bolsillo de un pantalón. Eso al punto que ya se habla de la "intifada de los cuchillos", en referencia a las rebeliones palestinas que estallaron en Cisjordania y Gaza en 1987 y en 2000.
"Nos enfrentamos a individuos que utilizan el arma más básica posible para el terrorismo. Entonces no hay ninguna respuesta de seguridad posible para esta crisis", explicó Miri Eisin, ex coronel del Ejército, citado por la agencia France Presse. Por lo mismo en la televisión israelí expertos en autodefensa muestran técnicas para repeler los ataques.
"Se trata de un objeto cotidiano que todo el mundo tiene en su casa o que está al alcance de cualquiera, que no requiere ningún entrenamiento y que es fácilmente disimulable", sostuvo a France Presse el psicólogo Shaul Kimhi. "Un ataque con cuchillo no tiene como función primordial matar, sino más bien asustar, y esto funciona, ya que los israelíes se sienten amenazados de una forma que no es proporcional a la amenaza", destacó.
El actual clima de tensión se ha trasladado a Jerusalén y a Cisjordania, donde las protestas palestinas y los enfrentamientos con las patrullas militares israelíes han vuelto a ser pan de todos los días.