Era el último de la trilogía de los muscle car que faltaba que apareciera por el mercado chileno. Luego de la llegada del Ford Mustang y del Chevrolet Camaro, Dodge lanza finalmente la tercera generación del Challenger, uno de los autos más deportivos y con más historia de la, hasta ahora, firma del carnero.

El Challenger, que nació en 1970, mantiene la esencia en su tercera generación. Sigue siendo un coupé de dos puertas con tracción trasera. Mide 5.023 mm de largo, 1.923 mm de ancho, su alto es de 1.449 mm y la distancia entre ejes llega a 2.946 mm, lo que deja una capacidad para tres personas en las plazas traseras y gran espacio para la cabeza y las piernas.

En cuanto al diseño, numerosos elementos recuerdan el Challenger que se hiciera famoso en la película "Vanishing Point" de 1970. Se ve musculoso, enorme y agresivo, su frontal es cuadrado, con dos pares de focos redondos, una gran toma de aire inferior y el logo en la parrilla. El capó destaca por ser abultado, para darles cabida a las entradas de aire superiores, uno de sus rasgos más característicos y que retoma del modelo original.

Los spoiler delantero y trasero brindan aerodinámica al modelo, mientras que el diseño de llantas (aro 19) y los tubos de escape traseros contribuyen a la estética del auto.

El interior parece un verdadero auto de carrera. Sorprende la calidad de los materiales y las buenas terminaciones. El panel de instrumentos conserva la estética original, pero con toques modernos, tiene cuatros relojes con el tacómetro y velocímetro al centro, pedales cromados y una posición de manejo característica de un auto de carreras.

Pero lo más importante del Challenger es lo que tiene bajo el capó. Si bien existen tres versiones del renovado muscle car, a Chile sólo llega la R/T, que monta un bloque Hemi VVT V8 de 5,7 litros, 372 caballos de potencia y un torque de 548 Nm a 4.000 rpm, acoplado a una transmisión automática de cinco velocidades con autostick. El sistema de válvulas variables permite que el motor sea más eficiente en consumo.

Construido sobre la plataforma del Chrysler 300, el Challenger tiene tracción trasera y suspensión delantera y trasera independiente.

El Challenger R/T acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y su precio es $ 23.990.000.

Respecto del equipamiento, el Challenger tiene altos niveles de seguridad y confort. Cuenta con seis airbags (frontales, laterales y de cortina), frenos ABS con EBD, control de estabilidad, de tracción y asistente de frenado. Además, equipa aire acondicionado, asientos calefaccionados, neblineros, radio con CD y lector MP3, kit eléctrico, entre otros.

Nicholas Parkes, gerente general de la firma, indicó que "esperamos vender unas 50 unidades anuales. Este es un auto de nicho, pero también hay una gran cantidad de personas interesadas en este clásico".

El ejecutivo añadió que por el momento se descarta traer la versión de entrada SE (equipada con motor 3.5 litros y 250 Hp), y que dependiendo de la demanda, podría traer el Challenger SRT8, que equipa un motor 6.1 litros HEMI V8 con 425 Hp.

El Dodge Challenger sigue siendo un clásico, hoy mucho más moderno y muy atractivo.