¿Qué tiene el Paseo Yugoslavo que atrae a miles de turistas cada semana en Valparaíso? Para algunos es el diseño de sus viviendas, legado de los empresarios salitreros que construyeron sus casas en el cerro Alegre; para otros es simplemente la vista panorámica de la ciudad, que se puede apreciar desde su altura. Lo que sí es unánime es que la plaza adjunta es un remanso de paz, a sólo metros de las ruidosas calles del centro porteño.

Es común ver este rincón urbano colmado de visitantes, que ahora suman a su recorrido una cata por las más de 30 cafeterías, restaurantes y tiendas de diseño que se han instalado en sus inmediaciones, convirtiendo a este paseo en uno de los tres miradores más visitados.

"Los turistas europeos son los que más se sorprenden, porque se encuentran aquí con una pequeña muestra de la ex Yugoslavia, la colonia que marcó más fuertemente este sector a comienzos del siglo pasado, y se asombran de ver ese escenario en un país tan distante", explica Milos Miscovic, jefe del Departamento de Desarrollo Turístico de la Municipalidad de Valparaíso.

Y llegar a este mirador, que fue construido en 1915, tiene impronta porteña. Las opciones para los peatones son dos: tomar el ascensor El Peral o una larga escalera, de 135 metros de largo, que desafía el estado físico de cualquiera que no esté acostumbrado al trazado porteño.

"Este paseo es un ícono internacional de Valparaíso, pues evidencia el gran aporte que hicieron los extranjeros en el crecimiento y progreso de la comuna. El tema turístico es uno de los más importantes para el progreso de esta ciudad puerto", dice el alcalde Jorge Castro.

A recuperar y renovar

Es esa relevancia turística la razón de un proyecto para mejorar el lugar. Sí, porque muy bonito y pintoresco puede ser, pero bajo ese encanto inicial salen a flote las veredas a maltraer, las barandas deterioradas y la pintura a medio salir. El Paseo Yugoslavo fue seleccionado para el Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso (PDRUV), iniciativa que se ejecutará durante el segundo semestre de 2011, una vez que concluya la temporada estival. Con una inversión de $ 250 millones se recuperarán los accesos, la transitabilidad de los peatones y la seguridad de las escaleras.

Las obras se extenderán durante seis meses e incluyen la intervención del espacio y las arterias aledañas, en un área de 3 mil m2, que será completamente repavimentada. Además, se mejorarán las barandas y la iluminación, con la instalación de faroles tipo "globo". Ello, sin contar las primeras bancas de hormigón a lo largo del paseo. "Esto va de la mano con la apertura, este verano, de las primeras salas del Palacio Baburizza (museo de bellas artes porteño), que está justo sobre este paseo. Este lugar forma parte de uno de los productos estrellas de la ciudad", dice Miscovic. En paralelo, se restaurarán las dos largas escaleras de acceso. "Lo que se hará será instalar peldaños prefabricados que regularizarán la altura y el ancho, con una superficie antideslizante para facilitar el acceso de las personas", explica Francisco Saavedra, coordinador del área de recuperación urbana del PDRUV