Mario Vargas Llosa tenía 10 años cuando conoció a su padre. Llegó a su vida y no la hizo más fácil: hombre duro y estricto, hizo todo lo posible para que su hijo no siguiera un camino literario. No sucedió. El encuentro ocurrió en la ciudad de Piura, en el norte de Perú, donde el autor de Los cachorros vivió varios años de su infancia. Precisamente en esa misma ciudad está ambientada la novela en la que actualmente trabaja el escritor. Ya tiene un título provisorio: El héroe discreto.
Fue el mismo Vargas Llosa quien dio a conocer el título, ayer en el homenaje a su amigo Jorge Edwards que se realiza hoy en el Centro de Estudios Públicos (CEP). "Jorge es uno de mis mejores amigos y es un magnífico escritor", dijo en un tono bajo, disculpándose por un dolor de garganta. En una visita de apenas tres días a Chile, el Nobel de Literatura 2010 contó que está trabajando en la novela y que si bien sucede en Piura, no se basa en la relación con su padre.
"No es totalmente sobre Piura. Ocurre entre Piura y Lima. Yo 100% no invento nada, pero no es una novela autobiográfica. Parto de imágenes de la memoria, ese es el punto de inicio de la fantasía", contó el escritor, que la semana pasada estuvo justamente en dicha ciudad investigando para el libro, que dará cuenta del Perú actual.
Habrá que esperar El héroe discreto por lo menos hasta el 2013, pero lo nuevo de Vargas Llosa llegará a librerías los primeros días de abril en España. Se llama La civilización del espectáculo y es un volumen de ensayos editado por Alfaguara. "Ya está impreso, espero que llegue pronto por acá", dijo. El volumen estará el segundo semestre en Chile.
Tal como ha adelantado el autor, el libro recoge sus preocupaciones sobre el desbocado avance del espectáculo y la frivolidad por sobre la cultura. "Hoy día, es mucho más difícil saber qué cosa es buena y qué cosa es mala. Qué cosa es seria y cuál es una impostura. Hay una confusión enorme y no resulta de la ignorancia, sino de una cultura tan frívola, que ha perdido completamente el sentido de los valores", dijo a La Tercera el año pasado.
El seminario
Organizado en razón de los 80 años de Edwards, el homenaje que el CEP le brinda al autor de Los convidados de piedra se inició ayer con una lectura del crítico mexicano Christopher Domínguez Michael. Según dijo, Persona non grata es un libro fundamental del siglo XX latinoamericano. Y, entre un agudo análisis de las "híbridas novelas" del chileno", aseguró que Edwards entregó a los escritores contemporáneos "la libertad de escribir novelas en la frontera del ensayo".
Ayer, además, hablaron de la obra de Edwards el académico Roberto Hozven y el crítico Pedro Gandolfo; David Gallagher se refirió al último libro del autor, La muerte de Montaigne; mientras que el novelista chileno radicado en Francia, Bernardo Toro, abordó la próxima novela de Edwards, El descubrimiento de la pintura.
Esta tarde, después de Sonia Montecino, Vargas Llosa cerrará el seminario con una lectura llamada Edwards, cronista de su tiempo. Ayer adelantó su visión de la obra de su amigo: "Jorge ha resucitado un género que estaba casi extinto, que es el de la crónica, el género memorialista. Tuvo grandes cultores en el pasado, pero ha ido desapareciendo hasta que Jorge lo resucita y lo convierte en algo moderno, que utiliza en cuentos, novelas y ensayos. Para ello ha creado un estilo en que confunde la ficción con la memoria y la investigación histórica", dijo.