Angelo Scola (Italia)

Edad: 71 años

Proclamación cardenalicia: 28 de septiembre de 2003 (por Juan Pablo II)

Cargo: Arzobispo de Milán

Por qué sí

Es Ratzinger, pero con un toque más popular. Se siente cómodo con los medios de comunicación, a menudo en mejor situación que cuando se sienta y escribe un discurso. Como italiano, conoce la disposición del terreno en términos de la política del Vaticano. Tiene amplia experiencia pastoral, liderando a las arquidiócesis de Venecia y Milán. No es un burócrata de carrera, y varios cardenales ya han dicho públicamente que quieren un Papa con experiencia real en las trincheras pastorales.

Por qué no

Como italiano, se dejó llevar por las rivalidades que han marcado la escena eclesiástica local. Algunos cardenales creen que la solución a los problemas de gestión percibidos en el Vaticano es no elegir a otro italiano. Ya que Scola es un ratzingeriano dedicado en términos de perspectiva intelectual, aquellos que creen que el próximo Papa debe tomar un enfoque algo diferente podrían verlo como una continuidad.

Luis Tagle (Filipinas)

Edad: 55 años

Proclamación cardenalicia: 24 de noviembre de 2012 (por Benedicto XVI)

Cargo: Arzobispo de Manila

Por qué sí

El arzobispo de Manila es un eficaz comunicador y misionero en momentos en que la máxima prioridad interna del catolicismo es una nueva evangelización. Además, encarna el dramático crecimiento del catolicismo fuera de Occidente. Desde luego, sería un símbolo de la iglesia en el mundo emergente. Además, Luis Tagle ahora tiene experiencia pastoral en las trincheras que implican administrar una diócesis grande y compleja como es la de Manila.

Por qué no

Su edad sigue siendo un problema (es muy joven). Tiene cero experiencia en el Vaticano, aparte de asistir al sínodo ocasional, y su voz suave y conducta humilde pueden parecerle a algunos cardenales como poco adecuadas para las tareas que tendrá que llevar a cabo dentro del Vaticano. Además, algunos cardenales pueden percibir a Tagle como un poco demasiado a la izquierda del centro. También pueden verlo como un sacerdote joven y prometedor, pero que no está listo para el prime time.

Peter Turkson (Ghana)

Edad: 64 años

Proclamación cardenalicia: 21 de octubre de 2003 (por Juan Paulo II)

Cargo: Presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz

Por qué sí

Muchos cardenales desean un Papa con una profunda experiencia pastoral en una diócesis, mientras que otros están buscando a alguien con experiencia en el Vaticano. El currículum de Turkson podría atraer a ambos sectores. Además, sería un líder atractivo y enérgico, quizás capaz de invitar a la gente a tomar una nueva mirada de la Iglesia Católica. Refleja el muy tradicional ethos africano en temas de moralidad sexual y familia.

Por qué no

El Pontificio Consejo para la Justicia y Paz no se percibe como peso pesado entre los departamentos del Vaticano, así que hay dudas en algunos sectores sobre si se trata de una preparación adecuada para el papado. Algunos conservadores pueden verlo como un poco a la centroizquierda, especialmente en temas de justicia económica. Sus abiertos comentarios sobre la conveniencia de un Papa africano han producido un gusto amargo entre los que piensan que estaría haciendo campaña para el cargo.

Christoph Schönborn (Austria)

Edad: 68 años

Proclamación cardenalicia: 21 de febrero de 1998 (por Juan Paulo II)

Cargo: Arzobispo de Viena

Por qué sí

Schönborn es un políglota y un genuino erudito. Es un protegido intelectual de Benedicto XVI. Tanto es así que a lo largo de los años ha sido casi visto como "hijo amado" del ahora Papa Emérito. Fue un apóstol de lo que hoy se conoce como la nueva evangelización; es decir, el esfuerzo para volver a encender los fuegos misioneros de la fe en el corazón de Occidente secularizado. Además, tiene un alto nivel de comodidad en el trato con los medios.

Por qué no

Algunos cardenales podrían ver la díscola situación en el catolicismo austríaco y decir: "Este chico ha tenido 18 años para poner la situación bajo control y esto no ha sucedido. ¿Qué razón tendríamos que tener para creer que le irá mejor como Papa?". La pelea de Schönborn con Angelo Sodano le puede ayudar en términos de opinión pública, pero todavía podría ser un lastre en el Colegio de Cardenales. Nunca ha trabajado realmente en el interior del sistema en Roma.

Péter Erdõ (Hungría)

Edad: 60 años

Proclamación cardenalicia: 21 de octubre de 2003 (por Juan Paulo II)

Cargo: Presidente del Concilio de Conferencias Episcopales de Europa

Por qué sí

Sus dos mandatos como presidente de los obispos europeos sugieren que tiene un sólido apoyo de ese bloque y sus buenas relaciones con los africanos sugieren que si su candidatura fuera a despegar, pueden subir a bordo. Es visto como un administrador capaz. Eso es probablemente una condición sine qua non en el clima actual en el Colegio de Cardenales. Con buenas credenciales conservadoras, también se perfila como un agente de compromiso y consenso.

Por qué no

Puede exhibir un rasgo pesimista acerca de la relación entre la Iglesia y la cultura en general. En el sínodo del año pasado, por ejemplo, atacó a los medios de comunicación. Si bien Erdõ es visto como una figura efectiva detrás de escena, no tiene exactamente una personalidad más dinámica en espacios públicos. Algunos cardenales se preguntarán si tiene la presencia en el escenario para ser Papa. También podrían cuestionar su juventud para el cargo.

Marc Ouellet (Canadá)

Edad: 68 años

Proclamación cardenalicia: 21 de octubre de 2003 (por Juan Paulo II)

Cargo: Prefecto de la Congregación para los Obispos

Por qué sí

Es un genuino intelectual que podría aproximarse a la agudeza teológica de Benedicto XVI. Muchos cardenales quieren un Papa que pueda lanzar una seria reforma de la Curia. Su currículum parece atractivo en ese aspecto. Habiendo servido en América del Norte en el peak de los escándalos de abusos sexuales, comprende el duro golpe que han causado a la autoridad moral de la Iglesia. Como canadiense, representaría una ruptura con el dominio europeo sobre el papado.

Por qué no

A algunos observadores les gusta decir en broma que sería básicamente una "fotocopia" de Benedicto XVI, otro Pontífice que prefiere la vida intelectual a los aspectos prácticos de la administración. A pesar del tiempo que pasó en América Latina y su capacidad para los idiomas, tiende a centrarse en la lucha contra el secularismo occidental. Es un Sulpiciano y en algunos círculos ellos están asociados con las corrientes liberalizadoras post Concilio Vaticano II.

Odilo Pedro Scherer (Brasil)

Edad: 63 años

Proclamación cardenalicia: 24 de noviembre de 2007 (por Benedicto XVI)

Cargo: Arzobispo de Sao Paulo

Por qué sí

En el plano simbólico, sería el primer Papa del mundo en desarrollo. Sus raíces alemanas, sin embargo, le dan también un lazo cultural y lingüístico con el Viejo Mundo. La elección de un Papa brasileño podría ofrecer una oportunidad enorme a la Iglesia, en un país destinado a ser superpotencia emergente del siglo XXI. Su experiencia como miembro de la Congregación para los Obispos podría sugerir a algunos cardenales que podría ejecutar la reforma de la burocracia del Vaticano.

Por qué no

A pesar de su currículum en el Vaticano, muchos cardenales dicen que no saben mucho de él. Si los cardenales quieren un "misionero en jefe", algunos brasileños les dirán que Scherer no es necesariamente el tipo. Pocos realmente lo describen como "dinámico" o "carismático". Algunos observadores ponen en duda su eficacia en frenar la marea del pentecostalismo, el secularismo y la indiferencia religiosa que ha menoscabado a la base católica de Brasil.

Gianfranco Ravasi (Italia)

Edad: 70 años

Proclamación cardenalicia: 20 de noviembre de 2010 (por Benedicto XVI)

Cargo: Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura

Por qué sí

Claramente tiene el peso cerebral. Sólo duerme unas cuatro horas cada noche y generalmente, llena ese tiempo extra con los libros. También tiene un impresionante toque popular. Cada vez que vuelve a su natal Milán atrae a desbordantes multitudes. Es un insider del Vaticano, pero no uno asociado con ninguna crisis reciente. Además, es un admirador de Benedicto XVI, que ha sido visto tradicionalmente como bastante conservador en términos teológicos.

Por qué no

Tiene casi cero experiencia pastoral. Nunca ha encabezado una diócesis y su única posición administrativa real fue cuando dirigía la Biblioteca Ambrosiana de Milán. Nunca ha formado parte de ninguna facción o círculo de influencia italiano en particular, prefiriendo seguir su propio camino. Algunos cardenales pueden ver a Ravasi como una personalidad académica, que prefiere la vida intelectual a los aspectos prácticos de la actual Iglesia.

Angelo Bagnasco (Italia)

Edad: 70 años

Proclamación cardenalicia: 24 de noviembre de 2007 (por Benedicto XVI)

Cargo: Arzobispo de Génova

Por qué sí

Es visto como experto navegante en la política eclesiástica italiana, una figura con amigos en todos los campos, que mantuvo a la Conferencia Episcopal de Italia en gran parte intacta y evitó cualquier fractura o bochorno mayor. Su pedigrí como discípulo del cardenal Giuseppe Siri lo hace más que aceptable para los tradicionalistas en el Colegio de Cardenales, pero su perfil de centrista pragmático también podría atraer el apoyo de los moderados.

Por qué no

Hay una corriente entre algunos cardenales que ve las recientes fallas en el Vaticano como el producto de rencillas internas italianas. La reforma, en sus mentes, a menudo significa romper con el dominio italiano, lo que no parece un buen presagio para él. Además, Bagnasco puede ser reconocible en Italia, pero no es muy conocido en otros lugares. A pesar de su profundidad intelectual, algunos cardenales pueden cuestionar su efectividad para abordar las preocupaciones de la Iglesia.

Leonardo Sandri (Argentina)

Edad: 69 años

Proclamación cardenalicia: 24 de noviembre de 2007 (por Benedicto XVI)

Cargo: Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales

Por qué sí

Muchos cardenales han hablado de la conveniencia de encontrar un Papa con una visión global. Debido a sus raíces en Argentina, Sandri sería percibido por los outsiders como un "Papa del Tercer Mundo", pero entre los insiders es visto como uno de los italianos. No está asociado en la mente de la mayoría de los cardenales con los problemas bajo el actual secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. Además, es un moderado en la mayoría de los asuntos políticos y teológicos.

Por qué no

Muchas personas en Roma miran a Sandri y ven a un gran candidato para ser el secretario de Estado, pero no necesariamente el Papa. Es muy posible que muchos cardenales vean un voto por él como uno que continúe el dominio italiano en el Vaticano. Asimismo, tiene poca experiencia pastoral, ya sea al frente de una parroquia o una diócesis. Hay cierta preocupación sobre el posible bagaje que Sandri podría llevar al papado desde sus puestos anteriores.