Señor director:

El primer responsable de lo sucedido esta semana con el vertedero Santa Marta es la empresa que maneja el relleno, y en segundo lugar el Estado. Pero en este análisis hay que profundizar un poco más.

Esa podredumbre de la que nos estamos quejando proviene de todos nosotros. Nos importa muy poco si nos tomamos tres botellas de 500cc de agua mineral porque tenemos calor, sin pensar que cada botella de plástico  va directo a ese vertedero sin pasar por un proceso de reciclaje, o que teniendo una casa donde podemos hacer un compost de la basura orgánica, preferimos botarla en una bolsa plástica de supermercado porque es mucho trabajo subdividir la basura para administrar mejor su uso.

Son pocas las municipalidades que en su función recolectora ayudan con una solución limpia a la disposición de desechos, por lo que nos vamos llenando de excusas sobre un tema que es principalmente culpa de cada uno.

La Corte de Apelaciones de San Miguel decretó una orden de no innovar para que el relleno Santa Marta detenga operaciones. Suena maravilloso, pero, ¿a dónde irá entonces a parar toda la basura?

Exijamos a las autoridades mejorar las condiciones de disposición, a municipalidades, edificios, comunidades e instituciones que mejoren sus sistemas de evacuación de residuos sólidos y líquidos y, por sobre todo, cada vez que tiremos algo a la basura, recordemos que estamos incrementando la contaminación de nuestro país y exponiéndonos a peligros iguales o peores a los de esta semana.

María de los Ángeles Bennett