TODOS los días Rodrigo Silva (21) sigue una rutina que parece idéntica a la de la mayoría de los jóvenes de su edad: en la mañana va a la universidad, luego estudia y pasa tiempo con su familia. Además, y al igual que todos los chilenos, dedica parte de su tiempo al ocio. Cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que los chilenos invierten 2,7 horas diarias en ese tiempo libre… que en el caso de Rodrigo lo utiliza para disfrutar del videojuego StarCraft II.

A primera vista, este universitario es un joven común y corriente. Pero ¿qué pasaría si supiera que le pagan por jugar? ¿o que lo hace para un equipo extranjero como si fuera un futbolista chileno que emigra al exterior?Esa es la historia de Rodrigo Silva, Felipe Zúñiga, Diego Garcés y Alejandro Villaseca, algunos de los gamers chilenos que debido a su talento fueron reclutados para integrar equipos internacionales de videojugadores.

La trayectoria de Rodrigo, apodado OpStyle, partió en 1997 con un Super Nintendo, la primera consola que compartió con sus hermanos. Pero su entrada de lleno al mundo en línea fue en 2004 con StarCraft I, una popular aventura de estrategia futurista que lo llevó a participar en varios torneos. "Me llamaron la atención las habilidades que se requerían para obtener un buen desempeño y la adrenalina que produce derrotar a tu oponente con tu propia estrategia de juego", explica Rodrigo.

Su habilidad lo llevó a entablar contacto con su actual equipo, Overpower (Op), de origen colombiano y que en ese entonces buscaba jugadores talentosos de Latinoamérica. ¿Su oferta? Beneficios económicos a cambio de que sus players se mantuvieran activos, obtuvieran buenos resultados para el equipo y ayudaran a otros miembros prometedores del team a potenciar sus habilidades. "Si bien ellos no sabían de mi existencia, logré tener contacto con ellos gracias a un amigo que pertenecía a ese equipo y me recomendó. Aunque, como todo jugador, tuve que ganar mi puesto para pertenecer al roster principal (nómina titular)", afirma.

Los encargados del team le exigieron a Rodrigo que nunca hiciera trampa, regla presente en todos los equipos, pues la imagen es clave. En el ámbito monetario, este estudiante recibe entre US$ 10 y US$ 30 por torneo ganado, dependiendo de la categoría de jugadores que enfrenta. También gana US$ 5 a US$ 7 por hora para entrenar a otros players y un sueldo mensual que no está definido, pues depende de su rendimiento.

UN KILLER CHILENO

Una historia similar tiene Felipe Zúñiga (23), alias KiLLeR, quien partió jugando con sus hermanos en un Atari y que debido a la competitividad entre ellos se motivó a buscar nuevos juegos. "Siempre me gustaba practicar más y más para ser el mejor de ellos, porque ¿a quién no le gusta ganar?", asegura. Así, hace unos 10 años se integró al mundo de StarCraft: Brood War, una expansión del StarCraft I. Es el único chileno que juega a un nivel mundial más reconocido, ya que integró el Team Dignitas, un equipo del Reino Unido que reúne a diversos exponentes del mundo y que en 2011 tuvo en sus filas a Johan Lucchesi, alias NaNiwa, un reconocido jugador sueco que fue campeón de la Major League Gaming.

Obviamente, KiLLer no pasó por Dignitas sin brillar, logrando un largo expediente de victorias, entre las que se cuentan un primer lugar en WCG Pan American 2012 (US$ 2.000) y otra victoria en WCS South America Finals (US$ 12.000). Los mismos torneos lo han llevado a jugar en Corea, China, Estados Unidos y a obtener bastantes computadores especializados para gamers.

El mismo juego que cautivó a KiLLeR fascinó a Alejandro Villaseca (25) cuando tenía 14 años. Este jugador, más conocido como SenDoh, relata que cuando empezó a jugar contra el computador "pensaba que era lo máximo, hasta que un amigo me llevó al mundo de internet. Empecé a preguntarme cómo las personas jugaban mucho mejor que yo. Con ese pensamiento, me enfrenté a un nuevo mundo mucho más competitivo".

Gracias a varios años de práctica y aprendizaje, players como Alejandro alcanzaron un alto nivel de juego, convirtiéndose en destacados jugadores nacionales. Este ranking o ladder los hizo conocidos fuera del país, por lo que equipos extranjeros pusieron sus ojos sobre ellos, algo similar a lo que pasa con los jugadores de fútbol. SenDoh fue contactado por Isurus Gaming, un team argentino que tiene entre sus filas a jugadores de Perú y Norteamérica y que, a su vez, integra subequipos de otros juegos en línea, como League Of Legends, Defense Of The Ancients 2 (DOTA2), Counter Strike 1.6 y Source, Guitar Hero y FIFA 12.

Su participación en el team involucró acuerdos económicos a cambio de que Alejandro se mantuviera activo como player, participara en torneos y sostuviera un alto nivel de juego. En este mismo equipo estuvo Diego Darkness (16), pero lo dejó para unirse a Renegades of Hell, de origen chileno.

Darkness partió jugando Counter Strike -un juego táctico popular en su colegio- para luego migrar a StarCraft I. "Al principio, jugaba porque encontraba atractivo poder controlar grandes ejércitos en batallas. Pero a medida que pasó el tiempo conocí un ámbito completamente diferente, donde la gente competía por tener mejores rankings y que incluso había torneos y ligas oficiales en Corea del Sur. Así el juego pasó de ser una forma de gastar el tiempo a una actividad más sofisticada, donde le dedicaba tiempo a estudiar estrategias y ver partidas oficiales en vivo mientras las comentaba junto con amigos de otras partes del mundo por Skype", señala.

Tanto Alejandro como Diego han participado en varios torneos. El primero asegura que es imposible estimar cuánto ha ganado y, agrega, que le incomoda hablar del tema. Darkness, en tanto, enumera algunos de sus triunfos: "WCS Chile (2do lugar, US$ 500), WCS South American Finals (US$ 600), Liga Samsung Apertura y Liga Samsung Clausura (US $400).

OTROS JUEGOS

Además de StarCraft, hay otros títulos en Chile que implican ganancias monetarias, como League of Legends, World of Warcraft y FIFA, entre otros. En este último juego, uno de los exponentes más importantes de Chile es Camilo Lara (20), alias Olimaclan. Como los demás, sus inicios estuvieron en las consolas a los seis años con el FIFA World Cup 98, que terminó por llevarlo en 2003 al mundo de los World Cyber Games (WCG). Desde entonces ha sumado triunfos importantes como WCG Panamericanos 2008 y primer lugar en WCG 2012 Chile Panamericanos FIFA 2012 (US$ 2.000). Poder viajar por el mundo y representar a Chile es su motor desde que se integró de manera más profesional a los videojuegos: "Hoy mi motivación sigue siendo la misma, ganar cada año en WCG y otros torneos mensuales donde se regalan premios como consolas y dinero", afirma.