Unas cinco mil personas fueron parte del Tercer Oktoberfest Villa Baviera, que se extendió por dos jornadas y terminó la tarde de ayer.

Los visitantes pagaron para acceder al predio. Luego, tras un recorrido de dos kilómetros llegaban a las tiendas y sector próximo a la ya conocida Casa de Huéspedes que alguna vez habitó Paul Schäfer.

La idea de los asistentes era degustar las más variadas marcas de cerveza, que se producen en los propios recintos germanos.

Se trata de una amplia gama de productos de empresas particulares y microempresarios que los propios ex colonos contactan para que tomen parte en la muestra.

Integración

La responsable de la fiesta, Anna Schnellenkamp, dijo que "el único objetivo es reunir una selecta gama de representantes del mundo cervecero que se combina con las tradiciones que queremos mostrar a la gente que nos visita. Queremos seguir el proceso de integración a la sociedad chilena y para nosotros este tipo de actividades es vital para conseguir el objetivo", destacó.

Quienes llegaron a Villa Baviera pudieron disfrutar, además, de un bufé de comida típica alemana, parrilladas, sándwiches y completos. Stands de jugos, bebidas, helados, pommes frites, popcorn, cascada de chocolate, además de los puestos principales de cervecería.

Entre las actividades a las que tuvo acceso el público resaltaron las competencias mediales de espadas y lanzas que practicaron grupos de personas que se presentaron en uno de los stands, además de juegos tradicionales alemanes y la elección de reina del Oktoberfest 2012.

Una de las autoridades que visitó el certamen fue el alcalde de Parral, Israel Urrutia, quien, además de valorar la organización del evento, recordó que "los ex colonos, y hablo de las nuevas generaciones, han hecho un proceso interesante, no exento de momentos difíciles, mostrando a la ciudadanía que también es posible levantarse de aquella historia oscura que los ha perseguido y fijar la mirada en un futuro distinto".

El alcalde agregó que "han sido capaces de gestionar un hotel y hoy se preparan para una temporada estival que dará trabajo a varias familias chilenas de los alrededores de Villa Baviera".

Urrutia agregó que "no se puede castigar eternamente a los colonos más jóvenes por lo sucedido y que la apertura que muestran con este tipo de festivales es una señal de que ellos realmente quieren mirar el mañana con otro prisma".