Un contenedor de unas 400 cajas fue el primer envío de vinos de Viña Indómita a Canadá hace unas semanas. El hecho no es anecdótico para la firma -propiedad del holding de inversiones Bethia, de Liliana Solari e hijos-, pues es un mercado difícil de entrar debido al poder único de compra de la agencia estatal.
Su vino ícono Zardoz -el mismo que fue catalogado con 90 puntos por Robert Parker- fue el escogido por los catadores canadienses que probaron sus caldos en la última versión de la Vinexpo, en junio en Bordeaux, Francia. Andrea Heller, presidenta de la viña, cuenta que están felices por el logro y que ya están trabajando para aumentar los envíos.
La exportación a Canadá viene a coronar un año de grandes logros para Indómita, dice Heller. Además de la puntuación que Parker otorgó a Zardoz, la revista Decanter premió a su Reserva cabernet sauvignon como el mejor del mundo en su categoría.
Y los números acompañan a la viña. Cuando Bethia se hizo cargo del negocio en 2006, la producción llegaba a 60 mil cajas. Este año, en cambio, planea terminar con 500 mil cajas y alcanzar el límite de su capacidad.
Es por ello que Indómita está concentrada en los próximos pasos para seguir creciendo. Andrea Heller explica que los planes de comprar otra viña van bien encaminados. Hay unas tres empresas que están mirando e, incluso, una de ellas está en proceso de due diligence. Las tres, cuyos nombres prefiere mantener en reserva, son diferentes entre sí y aportarán distintos aspectos que le interesan a Indómita.
Así, mientras una podría "añadir capacidad, sumar volumen, otra es una viña boutique, pero que tiene gran presencia en restaurantes, lo que toma unos 20 años para lograr", dice Heller.
El clan espera adoptar una decisión antes de fin de año y así cerrar 2009 con la viña aún más fortalecida. En todo caso, cuenta la presidenta de la viña, la adquisición no significará unir las dos marcas, sino que se mantendrán como separadas.
El holding Bethia espera que la viña termine con una facturación de US$ 15 millones este año y para 2010 las metas son aumentar los volúmenes de exportación en 10%.
Los negocios de Heller
Pero Andrea Heller no es sólo Indómita, pues también tiene en mente desarrollar otros proyectos en forma personal.
El más conocido hasta ahora era la plantación de arándanos en 17 hectáreas de su fundo en Casablanca, lo que no dio el resultado esperado.
Por ello, la empresaria está mirando qué otras cosas podría hacer. La idea que corre con ventaja hasta ahora es plantar flores para exportación, aunque la decisión no está tomada. Lo único cierto es que seguirán plantando 85 hectáreas de uva premium para los vinos de Indómita.
La otra idea que da vuelta en la cabeza de Heller es instalar un spa, "algo realmente de lujo", cuenta. Pero eso es algo que tomará más tiempo, pues quiere ir a impregnarse de inspiración a Europa para ver qué hacer, lo que está descartado por lo pronto ante la gran carga de trabajo de Indómita y el haras Don Alberto.