"No le tengo aversión a la farándula", explicó el candidato concertacionista, Eduardo Frei, tras finalizar el debate presidencial en Canal 13. Su estrategia de marcar distancia de sus rivales, lo había llevado a criticar el formato y a endurecer su discurso ante las cámaras incluso en los momentos más distendido, lo que le fue expuesto por el encargado metropolitano de campaña, Sebastián Bowen, durante uno de los intermedios.
El consejo, sin embargo, tuvo poco eco. Frei se mostró reacio a entrar en temas personales e ironizó con la expresión "pura farándula" cuando su contendor aliancista, Sebastián Piñera, le enviaba saludos a Martita Larraechea. De los cuatro candidatos, fue el único que rechazó responder a la pregunta sobre qué envidia de sus rivales. "Acabemos con el desfile de vanidades", dijo al respecto y arguyó que se deben "debatir temas importantes y no banalidades".
Al ser consultado por los defectos a superar para ser Mandatario, en cambio, Frei citó sus defectos físicos e hizo el gesto de su nariz, que en las últimas semanas se ha transformado en símbolo de su campaña (una idea que replica el signo de la ceja que empleó José Luis Rodríguez Zapatero en la última elección hispana). "Algunos dicen que soy fome, no sé si para ser presidente hay que ser farandulero", ironizó, en una frase que recordó la campaña de Fernando de la Rúa en Argentina.
Piñera, en tanto -alentado en camarines por su esposa, Cecilia Morel, que lo instó a mostrarse "más cercano"-, se confesó "impaciente" y, destacó algunas cualidades de sus contrincantes. "Envidio de Jorge (Arrate) su vocación de servicio público; de Eduardo remarco su serenidad, su tranquilidad; de Marco Enríquez su fuerza, ímpetu y rebeldía". Cuando Frei se negó a responder esta pregunta, contraatacó con que el dirigente concertacionista "no reconoce nada a sus contrincantes".
El diputado ex PS fue el que más habló de su vida personal. Al justificar su rechazo por los símbolos patrios, adujo que tiene "cierta aversión del pasado" y confesó "algunos bloqueos" emocionales relacionados con el asesinato de su padre Miguel Enríquez y su temprano exilio. Además, se describió como impaciente y destacó la "energía" de todos sus adversarios, remarcando que doso son mayores que él. "Ha sido un ritmo galopante" de campaña, expuso.
Arrate, quien se mostró más relajado, afirmó que Piñera es una persona "cordial"; Enríquez-Ominami "muy inteligente" y Frei alguien de "gran calidad humana". Sobre sí mismo, afirmó que su impaciencia lo lleva a veces a herir a la gente que quiere.