Depiladoras, tenedores y zapatos son parte de las invenciones con las que olvidamos el detallito de que somos animales. Pero no hace mucho se buscó lo contrario, cuando la humanidad se negó exhibiendo en zoológicos a una porción de la especie. Entonces Chile estuvo tristemente presente con una cuota de indígenas locales. Una de esas historias es el eje de la obra que La Patogallina estrenará el 22 de octubre en Matucana 100 y que en enero presentará como invitado especial en Santiago a Mil 2012.
Extranjero, el último hain muestra la aventura de un niño selknam capturado para los zoológicos humanos europeos de fines del siglo XIX. Para empeorar el asunto, el joven es secuestrado en medio de su hain, lo que trunca su rito de paso a la adultez. Pero el viaje le servirá de vía alternativa para completarlo.
"Me cuesta mucho entender a la gente que hace obras de otros. Cuando indagas en tu historia te das cuenta que hay tanto que contar, que para qué voy a tomar algo escrito en otro momento, lugar y contexto. Y claro que puede ser universal, pero yo también puedo hacer una obra universal con una historia desconocida que ayude a crear identidad", dice Martín Erazo, director de la compañía y de la obra, además de responsable del argumento original que llevó a guion Pato Pimienta.
Contada y montada como un cuento, la obra mezcla el sello de la compañía con novedades. Está su característico trabajo de teatro físico y no realista con temáticas contingentes, humor y música en vivo, pero la forma en que se manifiesta difiere de lo que han hecho durante 15 años. Es primera vez que trabajan con máscaras, que llevan la música hacia nuevas sonoridades gracias a instrumentos indígenas y que el texto juega un papel importante, aunque sin anular la importancia de lo visual.
Ocho actores en escena interpretan a 50 personajes durante poco más de una hora. Tal como Bart Simpson, el niño protagonista es interpretado por una mujer, en este caso la actriz Victoria González. Además, hay tres músicos en el escenario. Todas características claras que hablan de un proyecto definido, pero que no dicen mucho sobre las casi dos décadas que tardó en gestarse.
El interés surgió cuando Erazo era estudiante y escuchó una historia de los selknam. La atracción por el tema aumentó cuando años después se topó con una de las fotos que muestra a Maurice Maitre, el empresario que los secuestraba. Desde ahí llegó al libro Zoológicos humanos, una investigación histórica sobre los mapuches y fueguinos que eran exhibidos. "A veces las historias se te caen encima, son demasiado grandes para ti. Sentía que teníamos que meternos en el tema indígena, pero es tanto el respeto que uno le tiene que a veces es demasiado, tanto respeto que nadie hace obras indígenas en un país que está lleno de ellos", dice Erazo.
La osadía para comenzar el trabajo concreto apareció hace dos años. Y entonces ocurrió la casualidad. Al comentar en Punta Arenas que quería hacer esta obra, una persona que estaba junto a él le dijo que era Christian Báez, autor del libro Zoológicos humanos. Báez aportó con conversaciones, documentación y comentarios en los ensayos.
Tras su temporada en Santiago, la compañía quiere llevar la obra a Punta Arenas, Francia, Inglaterra y Bélgica, siguiendo la ruta de los selknam capturados.