Una serie de cables filtrados por Wikileaks dan cuenta de la constante preocupación del gobierno estadounidense por la presencia de grupos islámicos supuestamente vinculados a células terroristas internacionales como Hezbollah y a la influencia del gobierno de Irán.
Así lo reveló ayer el sitio Ciper Chile que dio a conocer comunicaciones efectuadas por el ex embajador de EE.UU. Craig Kelly.
En una de ellas, Kelly relata una reunión que sostuvo con los entonces directores de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Gustavo Villalobos; de Carabineros, Alberto Cienfuegos, y de Investigaciones, Arturo Herrera.
Según Ciper, sobre la cita efectuada el 6 de enero de 2005, Kelly relata que les manifestó su preocupación porque en Iquique, donde hay una fuerte presencia de paquistaníes y libaneses, surgieran nexos con grupos terroristas islámicos presentes en la triple frontera de Brasil, Argentina y Paraguay.
En esa oportunidad, indica Ciper, Cienfuegos negó presencia de terroristas en Chile y Villalobos aseguró que no había grupos armados presentes en Iquique.
En otro de los cables se da cuenta que desde la sede diplomática se seguía de cerca la actividad de la comunidad islámica en el norte del país y Santiago.
"Hasta ahora el gobierno de Chile no ha sido particularmente agresivo, dada la estructura legal chilena de las operaciones de inteligencia y la aparente falta de convicción de que allí hay una amenaza seria", señala el cable.
En otro cable enviado a Washington, Kelly relata que el gobierno de Ricardo Lagos ha impulsado una serie de medidas como la penalización de financiamientos de estas actividades.
"Hay evidencia de apoyo privado entre pequeños grupos en Chile a organizaciones terroristas como Hezbollah, grupos islámicos anti EE.UU., las Farc y grupos bolivarianos anti EE.UU.", indica el cable diplomático.
En otra comunicación revelada por Ciper, Kelly informó que algunas comunidades musulmanas se habían manifestado en contra de la guerra de Irak. Agregaba que la existencia de grupos indígenas antiestadounidenses no estaba confirmada, pero "grupos respaldados por Irán y Hezbollah han continuado su búsqueda de apoyo entre individuos indígenas".
Según Ciper, expresaba que en el norte del país hay indicios de la persencia de extremistas paquistaníes y otros partidarios de Al Qaeda.
"El Centro Islámico de Santiago ciertamente provee apoyo financiero a terroristas desconocidos. Periódicamente hay reportes no confirmados que indican la intención de planificar un acto terrorista en algún lugar de la región, pero nada definitivo", señala.
También se relata una reunión de Villalobos con los representantes del G-8. Ahí, según Ciper, Kelly manifestó en el cable que Villalobos afirmó que no hay pruebas de que grupos islámicos de Iquique estén vinculados con terroristas en la triple frontera, pero sí hay indicios de que de esa ciudad sale financiamiento para grupos del Medio Oriente y que se estaría lavando dinero.
En 2007, el embajador le manifestó al entonces encargado de América del Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores, Juan Pablo Lira, la preocupación por la reapertura de la embajada de Irán.
Después de que esta fue abierta, Kelly envió otro cable en que señalaba que el agregado de Defensa de Isarael trabajaba en conjunto con el gobierno chileno para monitorear cualquier actividad inusual del embajador de Irán.