Los admiradores de Mao Tse Tung celebraron el jueves el 120º aniversario de su nacimiento, aunque el Presidente chino, Xi Jinping, señaló que el hombre que dirigió el país durante 27 años no fue un "dios" y que había cometido "errores". Mao, fundador de la República Popular China, es tan reverenciado como controvertido entre sus compatriotas. Si bien es amado por unos, otros, críticos, afirman que sus campañas políticas y económicas provocaron decenas de millones de muertos en el gigante asiático. "Los dirigentes revolucionarios no son dioses sino seres humanos", dijo el mandatario, citado por la agencia oficial Xinhua. "No se puede venerarlos como dioses, no se puede impedir que la gente señale sus errores solamente porque son grandes personajes. Tampoco podemos borrar sus logros históricos solamente porque han cometido errores", agregó Xi, durante un seminario tras visitar el mausoleo de Mao en la plaza Tiananmen de Beijing. El presidente había solicitado que los homenajes a Mao fueran "solemnes, simples y pragmáticos". El Partido Comunista Chino ha intentado establecer cierto equilibrio, alabando al llamado "Gran Timonel", aunque también reconoció que tuvo "errores". El diario Global Times, cercano al PCC, también admitió que Mao cometió errores.