El deseo de hacer ejercicio puede verse limitado por condiciones como obesidad o lesiones o es incompatible para personas de la tercera edad. Sin embargo, existe un ambiente en que todos esos inconvenientes son superados: el agua.

Y es en este terreno que el yoga sobre el agua, o Yoga Water (yowa) gana adeptos.

María Elena Astorquiza lo practica hace seis años. Por recomendación médica no podía practicarla en el suelo. Optó primero por pilates en el agua y luego yowa. Lo recomienda, porque es una técnica amable para el cuerpo, sin el peligro de lesionarse. "Me mantengo vital, duermo bien y siempre tengo ánimo", dice.

Paula Quezada, practica yoga hace más de cinco años. Pero un esguince no le permite realizar los ejercicios habituales, algo que sí logra en el agua.

La práctica nació en los 90 en Australia, pero en Chile fue importada en 2007 por Karin Yanine, quien además de su trabajo en TV, suma más de 10 años como entrenadora de yoga.

Fue en esta práctica cuando se enfrentó a un grupo de usuarias a las que las diferentes posturas le resultaban más difíciles, por obesidad o por ser mayores. Así buscó un modo para que obtuvieran los beneficios del yoga, como meditación y relajación y comenzó a probar en su piscina.

Comprobó que gran parte de las posturas eran realizables y creó una rutina que incluye una clase de 45 minutos, de los cuales 20 son en piscina temperada, donde se hacen las posturas de yoga adaptadas al agua. El resto del tiempo se hace en un jacuzzi, donde meditan y hacen relajación.

Para una correcta práctica se necesita una piscina de una profundidad que no supere los 130 a 160cm., para mantener la cabeza fuera del agua. Además, esta debe estar temperada, para que el cuerpo se relaje.

Como el cuerpo se vuelve ingrávido en agua, las asanas (posturas de yoga) no provocan la tensión en articulaciones como lo harían en tierra.

Claudio Herrera, instructor de yoga, hace tres años realiza clases en el agua en Calama. Tiene rutinas de una hora, con 15 personas máximo, diseñadas desde los seis años en adelante. "No es una modalidad exigente ni técnica, ayuda a tener más equilibrio y es beneficioso para cualquier persona", dice.

Quienes lo realizan, agrega Yanine, aseguran dormir mejor o que dejaron de fumar.