Si la deserción universitaria a nivel general aún muestra signos de inestabilidad, con algunas casas de estudio teniendo cifras peores que antes de la crisis sanitaria, en la otra vereda las cifras de retención de alumnos de primer año, independiente de las razones, tienden a estabilizarse.

Así lo demuestran los datos preliminares de un informe de retención de matrícula de primer año en las instituciones de educación superior que está preparando la Subsecretaría de Educación Superior y a los que tuvo acceso La Tercera.

Esos números señalan que, a nivel de todo el sistema de educación superior, la retención de primer año de las carreras de pregrado de la cohorte 2021 fue de 75,4%, lo que representa una baja mínima (-0,2%) respecto de 2020, pero al mismo tiempo es la segunda tasa de retención más alta de los últimos 15 años. La primera es justamente la de 2020, cuando llegó a 75,6%.

Según tipo de institución de educación superior, son las universidades las que presentan una retención más alta, alcanzando un 82,8% (-2,3% respecto de 2020), también la tasa más alta de los últimos 15 años.

“Producto de la pandemia, vimos un alza en la retención en todo el sistema universitario por sobre la tendencia de los últimos años”, señala Leonor Armanet, directora del Departamento de Pregrado de la Universidad de Chile. ¿Por qué se ha dado así? “Entendemos que muchos estudiantes, ante la incertidumbre existente en 2020, prefirieron mantenerse en sus carreras originales en lugar de postular a otra”. Y suma: “Si bien en 2021 esta incertidumbre se redujo, las cifras de retención no presentaron grandes cambios respecto al año previo, reflejando así el trabajo de las instituciones por fomentar la permanencia de sus estudiantes”.

Las cifras de esta casa de estudios dicen que los estudiantes que siguen en la misma carrera al año siguiente de su ingreso muestran que han ido aumentando casi sostenidamente desde 2014 a la fecha, alcanzando un peak de 89,97% en 2020 y un 87,89% en 2021, en línea con el análisis preliminar de la subsecretaría. En periodos anteriores, la U. de Chile tuvo una retención de 82,22% en estudiantes de primer año en 2014, de 81,81% en 2015, de 82,9% en 2016, de 82,23% en 2017, de 83,82% en 2018 y de 84,47% en 2019.

En esa línea, la directora de Pregrado de la Casa de Bello expone que las cifras de retención de su institución “han mostrado una tendencia positiva al alza en los últimos años, lo que asociamos a los crecientes programas de acompañamiento e iniciativas que hemos ido implementando, como el mecanismo de transferencia interna por ajuste vocacional”. Este último, de hecho, surgió después de evidenciar que esta era una de las principales razones por la que los estudiantes dejaban sus carreras”.

Por su parte, Juan Eduardo Vargas, vicerrector académico de la Universidad Finis Terrae (UFT), contextualiza y dice que el indicador nacional de retención de primer año, entre 2016 y 2020, fluctuó entre un 72,4% y un 75,6%. “Para el 2022, la UFT presenta un indicador de un 86%, lo que se explica principalmente por los esfuerzos que ha desplegado la institución para abordar el problema desde una doble arista: por un lado, a través de unidades de apoyo académico a estudiantes y docentes y, por otro, a través de unidades que apoyan a los estudiantes en aspectos no académicos”. Ambas dimensiones, agrega el exsubsecretario de Educación Superior, “responden a la mirada de formación integral que intenta plasmar la UFT a sus estudiantes”.

Mientras, desde la U. de Concepción señalan que la tasa de retención de primer año para la cohorte 2022 a la fecha es de 87,9%. “Al comparar con años anteriores, corresponde a una tasa de retención mucho mejor que los periodos previos”, dicen.

IP y CFT

Tras las universidades, son los institutos profesionales los que tienen las cifras más altas de retención, con un 70,6%, lo que representa 1,7 puntos porcentuales más que en 2020, cuando registraron su tasa más alta.

Así, por ejemplo, desde el Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei informan que la tasa de retención de los estudiantes de primer año fue decreciente desde 2018 hasta 2020, pasando de una tasa de 83,20% a una del 67,40%, respectivamente. “La institución ha aplicado distintas herramientas de apoyo a los estudiantes, materializándose estas acciones en que en 2021 se comenzó a mostrar una tendencia a recuperar la tasa de retención, logrando 79,70%”, señalan.

A mayor ahondamiento, desde la organización osornina detallan que las carreras con mayor tasa de retención de primer año en 2021 son Ingeniería en Ejecución Agronomía, modalidad Programa Regular (83,50%), y Técnico Experto Agrario, modalidad Programa Especial (75%).

Asimismo, desde el Duoc UC muestran una mejora en la cohorte 2021, acercándose a sus cifras prepandemia, con un 80,4% de retención en los alumnos de primer año, mientras que en 2020 había sido de 78,1%. Hacia atrás, en 2019 fue de 83,7%, en 2018 de 84,2% y en 2017 de 82,6%.

En la misma institución hay diferencias de retención entre quienes estudian carreras técnicas y profesionales. Así, si la cohorte 2021 de primer año tuvo un 82,8% de retención en carreras profesionales, los de carreras técnicas tuvieron 77,4%. La diferencia, en años anteriores, seguía esa tónica: 82,8% vs. 73,2% en 2020; 86,7% vs. 81,1% en 2019; 87,7% vs. 81,9% en 2018 y 85,9% vs. 80,9% en 2017.

La comparación anterior hace sentido con las cifras preliminares del informe que preparan en la cartera de Educación, toda vez que los centros de formación técnica muestran las cifras más bajas de retención de los alumnos de primer año de todos los tipos de instituciones de educación superior, con un 68,9% de la cohorte 2021, lo que es un 2,7% más que en 2020, la segunda tasa más alta de los últimos 15 años.

A nivel general, dicen desde la subsecretaría, si bien preliminarmente se observa una leve disminución en la retención en el último año, esta sería menor que en años anteriores “y se retoma la tendencia que este indicador mostraba previo a la pandemia, que es de una mejora progresiva”.