Froome se mancha

Chris Froome ya estaba enterado de su positivo. Lo estuvo desde el 20 de septiembre, 13 días después de que la UCI le tomó un control antidopaje en la 18ª etapa de la Vuelta a España, donde acrecentó la ventaja en la competencia que finalmente ganó. Y como un resultado adverso no es motivo de orgullo, lo mantuvo en secreto hasta ayer, cuando el diario británico The Guardian hizo pública la presencia de Salbutamol en su muestra.

El cuatro veces campeón del Tour de Francia estaba a la espera de lo que dijese la muesta B, la que sencillamente llegó a ratificar todo: los análisis indican una presencia de Salbutamol en una concentración de 2.000 nanogramos por mililitro; es decir, el doble de lo permitido. Y de inmediato la maquinaria del equipo Sky, del que el nacido en Kenia es líder, comenzó a moverse para defenderlo.

La defensa de Froome es en primer lugar su asma. El día en que se le tomó la muestra, dice, venía superando un fuerte cuadro que lo mantenía complicado. "Mi asma empeoró en la Vuelta, así es que seguí los consejos del médico del equipo para aumentar mi dosis de Salbutamol", explica en un comunicado oficial que emitió Sky.

Pero el real argumento es otro. "Hay problemas médicos y fisiológicos complejos que afectan el metabolismo y la excreción de Salbutamol. Nos comprometemos a establecer los hechos y comprender exactamente lo que sucedió en esta ocasión. Tengo la máxima confianza de que Chris siguió las indicaciones médicas para controlar sus síntomas de asma, manteniéndose dentro de la dosis permisible de Salbutamol", recalca Dave Brailsford, jefe del equipo, en el mismo comunicado.

El Salbutamol es un popular broncodilatador utilizado para tratar el asma. Forma parte de la lista de productos prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), pero con varias salvedades. Por ejemplo, su uso sólo es permitido a través de un inhalador, con el que se autoriza hasta 1.600 microgramos por día. Una inhalación de Salbutamol corresponde a 100 microgramos. Hasta 2011, estaba únicamente autorizado con una con uso terapéutico.

Los Fancy Bears, el grupo de hackers rusos que ha desclasificado cientos de archivos de la AMA con permisos médicos para que estrellas del deporte mundial puedan consumir sustancias prohibidas, dieron a conocer en septiembre de 2016 el archivo de Froome, donde se descubrió que en 2013 y 2014 utilizó Prednizona para tratar el asma y algunas alergias. De Salbutamol, nada.

En esta ocasión, el británico no fue inmediatamente suspendido pues el reglamento antidopaje de la UCI no impone suspensión provisional durante el proceso de investigación en el caso del éste medicamento, Si se considera que hubo trampa al término de la investigación, sin embargo, el caso será transmitido al tribunal antidopaje de la UCI, que determinará si el corredor es culpable o no.

De facto, Froome será privado de su título en la Vuelta a España de 2017. Según el reglamento, por ésta sustancia la suspensión es de dos años, a menos que se demuestre la trampa intencionalmente, con lo cual puede elevarse a cuatro. En cambio, si demuestra la ausencia de culpa o de negligencia, el tiempo de suspensión puede reducirse o incluso quedar en nada.

En principio, la suspensión empezaría en el momento en el que sea pronunciada, lo que puede privar a Froome del Giro de Italia y del Tour de Francia de la próxima temporada.