La diplomacia corta la cuarentena

El momento en que el plantel argentino abandona el hotel donde estaba aislado. FOTO: DANIEL ARAYA

La Seremi de Salud sentenció que Defensa y Justicia, aislado, no podía moverse de Chile. Horas después cambió el decreto, por una gestión del embajador argentino, Rafael Bielsa. Coquimbo pide los tres puntos del partido suspendido, aunque asume que jugará el martes en Asunción. Otro capítulo de la tensa relación entre el gobierno y la Conmebol.



Delirante. Versiones que iban de un lado a otro. Sentencias que luego se echaban para atrás. Advertencias, reclamos, carabineros, la PDI, la ANFP y la Conmebol. El día dos de la primera semifinal entre Coquimbo Unido y Defensa y Justicia, que no se jugó por los tres positivos por coronavirus y 58 contactos estrechos en el cuadro argentino, fue quizás más agitado que el primero.

Después de la polémica decisión de mandar el partido al martes, en Asunción, el incendio se armó. Coquimbo, sintiéndose despojado, exigió los puntos por la no presentación de DyJ, visitando temprano a Pablo Milad en Quilín. Y los transandinos, en concordancia con la autoridad del fúbol sudamericano, acusando mal manejo y negligencia de los controles sanitarios, acusando retraso en la entrega de los PCR de entrada que practicó la autoridad de salud nacional.

Todo un lío. Hasta hubo una declaración oficial de la seremi de salud metropolitana, Paula Labra, y el intendente regional, Felipe Guevara. Tajantes, cerca de las 13.30: Defensa y Justicia debe “cumplir una cuarentena estricta de 14 días. No pueden salir a jugar, a realizar ninguna actividad, deben estar en aislamiento”, señaló Labra. Y Guevara reforzó: “No es posible que esas personas puedan pasar por policía internacional”. Labra fue más específica aún con la falta de los argentinos, denunciando que el equipo salió “a entrenar antes de tener la excepción de cuarentena. Con todos estos antecedentes se determinó que son todos contactos estrechos”, expresó.

Lo curioso es que casi a la misma hora, la dirigencia del Halcón aseguraba en distintos medios que tenían el vuelo listo para la tarde. “La Seremi se va a tener que retractar”, decían ante el llamado de La Tercera. En el hotel de Las Condes, la utilería ya estaba cargada en un camión blanco y dos buses esperaban por la entrada principal. Llegaron carabineros y las maquinas tuvieron que moverse. Luego la PDI y más uniformados. Y a eso de las 17 horas, Defensa y Justicia abandonaba el hotel con rumbo al aeropuerto, con permiso de la misma autoridad. Un permiso diplomático que gestionó el embajador argentino, Rafael Bielsa, a través de Cancillería con el Minsal.

A las 19 horas, el plantel seguía en el aeropuerto esperando abordar. Antes de dejar Santiago, sin embargo, dejaron sus quejas y también una denuncia de eventuales falsos positivos de sus jugadores afectados: Washington Camacho, Francisco Pizzini y Rafael Delgado, quienes podrán viajar este sábado en un avión sanitario.

Por su parte, Coquimbo, muy molesto, envió un documento de cuatro páginas a Luque, donde está la sede de Conmebol. “No se da opción a la no presentación o suspensión y establece una resolución que NO CONTEMPLA EXCEPCIONES, esto es hay walkover, siendo el resultado de 3x0 en favor del equipo que cumplió y se presentó”, argumentaron los nortinos. Y sobre jugar en Asunción, los Piratas se mostraron dispuestos “a acatar tal medida siempre y cuando la Conmebol comunique que dicho partido será de carácter único y que se disputará el 14 de enero de 2021”, agrega.

Coquimbo, en medio de un nuevo conflicto de la Conmebol y el gobierno chileno, que se partió con el rechazo a última hora de albergar la final de la Libertadores en 2019 y que siguió con los protocolos para copas internacionales y Eliminatorias. Dardos de un lado y otro, que todavía dejan un amplio margen de duda.

Reprogramación

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