Diputado dice que “la postura de Lavín y Longueira es, exactamente, lo que las nuevas generaciones de la centroderecha no queremos hacer”. A su juicio, “hemos sido herederos de un derrotismo cultural”.
9 sep 2020 01:55 PM
Diputado dice que “la postura de Lavín y Longueira es, exactamente, lo que las nuevas generaciones de la centroderecha no queremos hacer”. A su juicio, “hemos sido herederos de un derrotismo cultural”.
Más de 15 bilaterales han concretado diversas autoridades para discutir experiencias sobre el manejo de la pandemia y de las ciudades en cuarentena. Los alcaldes Lavín y Alessandri han estado con el jefe de gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y con también con Jorge Macri, intendente de Vicente López. El contacto también es fluido a nivel de ministros.
La idea -que ha sido analizada en otras ocasiones al interior del bloque- fue planteada este miércoles en una reunión de los secretarios generales del oficialismo. Sin embargo, aún no hay una decisión tomada.
Nunca han sido amigos ni cómplices. Se enfrentaron en las parlamentarias del '89 y, veinte años más tarde, él la apoyó en esa sufrida campaña presidencial que estaba destinada a perder ante Michelle Bachelet. Ella no dejó de agradecérselo, pero fue un pacto de convivencia y tuvieron sus roces. Ahora, con la alcaldesa saliendo a cortarle el paso al alcalde tachándolo de populista, en la UDI inquieta que esto no suba de temperatura. Y en el bando lavinista siguen sospechando que detrás de esto estuvo también la mano de alguien más.
Respecto a una eventual candidatura presidencial, la alcaldesa de Providencia sostuvo que no se trata de una "aventura personal" y enfatizó que Chile Vamos debe trabajar en un programa de gobierno: “Primero es el sueño colectivo y creo que después que tengamos eso, podemos ver las personas que nos pueden representar”.
Alcaldesa lanzó duras críticas a Lavín -luego que se definiera como “socialdemócrata”- y anunció su apertura a asumir una carrera presidencial. Su arremetida la notificó a dirigentes UDI, partido con el que ha conversado la preocupación por los últimos pasos del edil de Las Condes. “Decir cualquier cosa con tal de ser más popular y ganar una elección es peligroso, eso es populismo”, dijo.
"No sé si a estas alturas Joaquín Lavín siente vergüenza de lo que ha sido o si es básicamente su estrategia electoral. El problema que tengo es que ya no sé en qué cree y a dónde nos puede arrastrar. Perdió el ancla”. Con críticas de ese calibre, la alcaldesa de Providencia anunció su interés de, eventualmente, salir al paso de las no confesadas pretensiones presidenciales del exministro. Algo a lo que no había estado dispuesta en declaraciones anteriores.
La izquierda y derecha unidas jamás serán vencidas, decía Nicanor Parra a través de uno de sus artefactos. Pero la frase, que en los versos de un antipoeta resulta una genialidad, en boca del político que lidera las encuestas puede significar el anticipo de una tragedia.
Detrás del "no te equivocas" que contestó ayer cuando le preguntaron si se definía bajo una ideología que pertenece al ideario de cierta parte de la oposición, que está en la trinchera opuesta a los postulados de derecha y para qué decir de la UDI, está eso: definiciones. Dos sociólogos y un académico entendidos en esto desmenuzan a qué debiese oponerse -bajo estas banderas- el candidato presidencial no confeso después de todas las cosas que dijo este fin de semana. Ello, mientras en el gremialismo no ocultaron su incomodidad con la nueva definición del alcalde.
Jacqueline van Rysselberghe también se refirió a la postura del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien se definió como "socialdemócrata" y a las demandas de los camioneros a raíz del último ataque en donde una menor de edad resultó con lesiones.
“Anulo”, dice que votaría si fuese este domingo. El sociólogo y cientista político exPS cree que en esas condiciones “no puede haber primarias”. No culparía de eso al PC sino que al resto de los partidos por “haber sido incapaces de generar las condiciones intelectuales y políticas para generar un candidato competitivo”. Por eso advierte que además de buscar un nombre, la oposición debe construir un programa y un proyecto político a largo plazo. Pero que "al instalar el tema presidencial, el PC genera una carrera irracional al precipicio, apurando un nombre sin contenidos".
Con el gobierno padeciendo bajo apoyo y el plebiscito a menos de tres meses, la presidencial 2021 toma otro tono. El alcalde UDI es el vocero del 10% -Piñera está molesto con él- y su búsqueda del voto de centro por ahora sólo lo aleja de La Moneda, especialmente si los suyos visualizan una segunda vuelta polarizada con Daniel Jadue o Izkia Siches. El díscolo senador RN ahora debe zafar de la investigación judicial por tráfico de influencias antes de pensar en la primaria. El nuevo canciller se cerró la puerta pero no totalmente: no está obligado a renunciar en noviembre y, según lo que pase, tiene espacio para decidirse a última hora.
“Ojalá que no me llamen”, bromea la alcaldesa de Providencia, asumiendo que su nombre suena para el cargo. En una veta reconciliadora, Matthei dice que “no vamos a lograr un buen diálogo si nos dedicamos a señalar a los del frente con el dedo, diciéndoles que son brutos, irracionales, populistas o traidores”.
Un tercio de sus senadores prestos a votar mañana a favor del retiro anticipado de pensiones, tres diputados renunciados y dos pasados al Tribunal Supremo por haberlo hecho ya. El respaldo cerrado al proyecto del alcalde con aura presidencial UDI ha convencido a algunos de que incidió en la decisión de estos congresistas "rebeldes", así que el consiguiente desorden en las filas ha pasado a la tabla de temas que conversan él con la jefa máxima del partido. En uno de esos diálogos, ella le habría hecho ver de las consecuencias de su rol en el desorden interno que aún trata de sofocar. Ambos ya tuvieron un diferendo por el asunto casi olvidado de la franja por el "rechazo": en el partido dicen que él perdió esa mano.
Con tres senadores ya jugados por aprobar el retiro de fondos de pensiones, que aseguran una tercera derrota consecutiva del sector -a los que el partido también debería pasar al Tribunal Supremo si ya lo hizo con cinco diputados-, la directiva de Van Rysselberghe enfrenta además la presión de dos históricos: su dos veces ex líder y su candidato presidencial. El primero pide que los disidentes renuncien, y el segundo los apoya, al proyecto de ley, y rechaza que los castiguen. Y el portaestandarte de ese grupo, Iván Moreira, ahora pide que Andrés Chadwick dirija el partido. Y recién es lunes.