El “téngase presente” de Van Rysselberghe a Lavín en medio de la crisis por el retiro del 10%

FOTO: CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO

Un tercio de sus senadores prestos a votar mañana a favor del retiro anticipado de pensiones, tres diputados renunciados y dos pasados al Tribunal Supremo por haberlo hecho ya. El respaldo cerrado al proyecto del alcalde con aura presidencial UDI ha convencido a algunos de que incidió en la decisión de estos congresistas "rebeldes", así que el consiguiente desorden en las filas ha pasado a la tabla de temas que conversan él con la jefa máxima del partido. En uno de esos diálogos, ella le habría hecho ver de las consecuencias de su rol en el desorden interno que aún trata de sofocar. Ambos ya tuvieron un diferendo por el asunto casi olvidado de la franja por el "rechazo": en el partido dicen que él perdió esa mano.


Una de las versiones que circula en el alguna vez inquebrantable partido que dirige Jacqueline van Rysselberghe relata que entre las conversaciones que ella y el alcalde Joaquín Lavín sostienen de cuando en vez, una de las recientes entró al fondo del conflicto que revuelve a la UDI en torno a todo lo que involucra el retiro anticipado de pensiones.

En la directiva ya sabían que hace días se estaba inclinando por respaldar el proyecto, pero sus sucesivas declaraciones -que se fueron acentuando hasta que ayer dijo que “estos son temas debatibles. Los principios están en otras cosas para mí”-, motivaron que la senadora le marcara un punto con gusto a advertencia: que no subiera más el tono porque eso solo desordenaba más las ya revueltas filas.

Conflicto entre ambos no habría existido ahí. Pero el punto, hasta donde se sabe, estaba hecho. Con una tercera derrota consecutiva prácticamente sentenciada para mañana en la sala del Senado gracias a que tres senadores UDI -un tercio de su bancada- están decididos a votar a favor del proyecto, tanto en la mesa como entre veteranos que han defendido la cuestión de los principios gremialistas leen que el rol que ha tomado el alcalde de Las Condes con tal de velar por su futuro político ha incidido en la crisis interna.

Víctor Pérez, subjefe de ese comité de senadores, el mismo que la semana antepasada advirtió en una carta que quien permita que esta reforma se apruebe “se autoexcluye de la UDI”, ha advertido lo mismo. “No hay duda que las declaraciones de Joaquín Lavín dieron base para que quienes querían dañar al gobierno, lo hicieran, para que quienes querían dañar a la UDI lo hicieran. Fueron a los menos desafortunadas, y espero que Joaquín Lavín comprenda que su rol cuando ejerce liderazgo tiene que ir acompañado de una definición política del sector de lo que es mejor para Chile, no de que las encuestas dice que piensa la mayoría”, dijo anteayer en una entrevista a El Mostrador.

Al alcalde le quedan unos pocos meses para que lo alcancen los plazos en que tendrá que decidir si ir a primarias municipales para otro período (elecciones en abril) o reservarse para las primarias presidenciales de junio 2021 (si es que ambas son compatibles). En este lance se ha involucrado en la crisis interna de su partido desde la testera de los matinales, pero que además haya tachado de exageración que el partido quiera castigar a los congresistas “rebeldes” ha alimentado sospechas en la cúpula UDI de si eso es pura casualidad por la confluencia de intereses, o si es algo concertado.

El hilo que tiran el directiva es la postura de Iván Moreira, uno de los tres senadores que votarían mañana a favor: él -que tiene a su hermano Christian pasado al Tribunal Supremo- ya ha dicho que pone “las manos al fuego” porque Lavín piensa igual que él. La tesis de la plana mayor UDI es que el exministro estaría coordinado estrechamente con él, si es que no con los parlamentarios díscolos. Lo que creen es que lo hace a través del ex alcalde Francisco de la Maza, viejo amigo de Lavín (aunque con una historia con vaivenes desde sus tiempos de samurái) y también del parlamentario.

Al otro lado dicen que no es así. Que De la Maza conversa con ambos pero no ha armado ni concertado nada. Con Moreira han estado antes juntos hombro a hombro, como cuando se bajaron de la directiva presidida por Ernesto Silva que cayó a raíz de la crisis causada por el Caso Penta. Como sea, en esta pugna Moreira está proponiendo ahora una directiva “de transición” hasta las elecciones internas, que plantea postergar de diciembre al próximo año. Eso implicaría sacar del camino a la jefa UDI, y para eso el senador ya propuso a Andrés Chadwick; ahora agrega a la lista al dos veces ex presidente Juan Antonio Coloma.

Tenga o no agua en la piscina, sea un mero globo sonda o un intento de Moreira por sacar de esto todo el provecho político a su favor (sus detractores insisten que lo hace porque tiene una reelección senatorial cuesta arriba el próximo año), el asunto de las internas es otro ruido y uno que definitivamente le sobra a la conducción de la senadora. “La UDI es un partido que tiene una democracia interna y esa se respeta”, espetó hoy cuando le preguntaron a la salida de su cita con Piñera por la tesis de la mesa de transición. Por todo eso y más, en el equipo de la jefa UDI estiman innecesario que Lavín aparezca nutriendo la posición de Moreira.

A todo esto, hoy ella también dijo -cuando le preguntaron por los roces con Lavín- que estaba de acuerdo en avanzar en el proyecto de pensiones y en ampliar beneficios, pero “con lo que no estamos de acuerdo de las tres cosas es en el retiro del 10%”.

Pero en este mapa hay más señales. Entre los cercanos a Lavín en el partido -entre los que se cuentan De la Maza, el analista Gonzalo Müller y el extimonel Ernesto Silva- hay gente a favor y en contra del asunto del 10% de las AFPs, pero entre ellos el diagnóstico tiende a confluir en que el gobierno ha sido lento, tozudo y ha llegado tarde con las medidas a la clase media, el mismo sector que le importa al sempiterno candidato presidencial. Y entre ellos recuerdan que ahí también está el centro político que estiman tan vital para sus aspiraciones de llegar de una vez por todas a La Moneda (ya la misma derecha, según la Cadem conocida el fin de semana, está bastante a favor del mentado proyecto).

En paralelo, el partido sigue insistiendo ante La Moneda que amplíe los beneficios para ese segmento de la población: hoy Van Rysselberghe se reunió -por fin- con el Presidente Piñera en la Casa de Gobierno.

Dado todo esto, en el partido saben que los meses que quedan podrían registrar más tensiones entre Lavín y la mesa que conduce la senadora. Allá preocupa que, si es por popularidad, el día de mañana también haya parlamentarios permeables al proyecto que busca crear un impuesto de emergencia del 2,5% para los “súper ricos”, iniciado en moción de diputados comunistas y que pasado mañana arranca en la comisión de Constitución de la Cámara.

Pero en la UDI confían en que podrán surfear todas estas pruebas (ya le pasó algo parecido a Jovino Novoa con él el 2005), porque, al final, peor sería no tener candidato.

La pelea perdida por defender el “apruebo” en la franja UDI

Y en este continuo que ha desenrollado el convulso 2020, todavía queda el asunto del proceso constituyente, donde Lavín sigue al lado de los que están por el “apruebo” en el plebiscito, mientras los pocos UDI que adscribían a esa misma bandera se han pasado al “rechazo”, como Jaime Bellolio. Su hijo, el diputado Joaquín Lavín León, sigue en la misma línea de su padre, y también lo estaba la diputada Sandra Amar, una de las UDI que renunció cuando la pasaron al Supremo por votar a favor.

Lo del referéndum ya provocó un conflicto durante el verano que no llegó a reventar casi exclusivamente porque el virus llegó en el momento preciso. Como se recordará, Lavín quería aparecer defendiendo el “apruebo” en la franja UDI del “rechazo”, lo que desencadenó una discusión que fue imposible de zanjar porque en el partido se opusieron.

Van Rysselberghe y otros trataron de mediar y llegar a un solución que a ratos pasó por segundos de más y segundos de menos para el alcalde, pero en la directiva se opusieron tajantemente varios -como María José Hoffmann y Mario Varela-, que argumentaron que para eso debería convocarse un Consejo General que modificara lo ya acordado. Las negociaciones habían llegado a su punto culminante hacia el 10 ó 12 de marzo, hasta que al final, ratifican dos históricos, se le dijo que no, que eso no iba a suceder: la decisión fue verbal, no se dejó por escrito y ni siquiera por un grupo de Whatsapp. El 14 de marzo entramos a fase crítica por el coronavirus y el tema perdió contingencia.

La teleserie ¿un Lavín sin franja? volverá a estar en pantalla cuando se acorten los tiempos para octubre. Si no se revierte el “no” de la UDI, tampoco tendría la opción de emigrar a la de RN, donde tienen espacio para el “apruebo” y “rechazo”: allá lo creen impracticable por sus divisiones internas. El alcalde, eso sí, habla con alguna periodicidad con el presidente Mario Desbordes, y algo han conversado sobre lo que rodea al asunto del retiro anticipado de pensiones. El diputado se asume como quien “abrió la puerta” para que el debate por el retiro del 10% de las AFPs contagiara a algunos parlamentarios de derecha.

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