El registro de video de una antigua cámara de vigilancia municipal, instalada en la intersección de Alameda con calle San Antonio, en pleno centro de Santiago, entregó a la Fiscalía Centro Norte una pista clave para identificar al primer oficial de Carabineros presuntamente implicado en un caso de causar daño ocular a un manifestante, tras disparar su escopeta antidisturbios.

Luego de casi tres meses de pesquisas reservadas, la fiscal Ximena Chong formulará cargos en una audiencia fijada para el viernes contra el capitán de Carabineros Pablo Carvajal Díaz (34), perteneciente a la 40° Comisaría de Fuerzas Especiales. ¿Y el delito que imputará? Apremios ilegítimos a raíz del trauma ocular provocado al auxiliar médico Brandon González (19) la noche del 28 de octubre pasado.

Este el primer caso que formalizará el equipo dirigido por la fiscal de Alta Complejidad Ximena Chong quien, junto a cuatro fiscales, cuatro asistentes y detectives de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, analizan 80 causas de daño ocular cometidos presuntamente por Carabineros en comunas como Santiago, Recoleta, Quilicura y Lo Prado, donde se concentra gran parte de las denuncias.

De acuerdo con un informe elaborado por la PDI, las evidencias que inculparían al oficial de Carabineros se obtuvieron el 11 de noviembre, tras incautar los registros de seguridad municipal en las oficinas de calle Arturo Prat N° 134. Así, el análisis de la única cámara del sector Alameda con San Antonio permitió "apreciar el minuto exacto del momento cuando ocurre el hecho, logrando establecer la veracidad de la denuncia", detalla el informe.

Versiones cruzadas

En su declaración como imputado, el capitán Carvajal aseguró que, tras una serie de enfrentamientos para evitar el saqueo de una multitienda del sector, cerca de las 20.50 fue atacado por ocho encapuchados. "Comenzaron a agredirme lanzándome objetos contundentes, por lo que debido a que me encontraba nuevamente en inferioridad numérica, sin escudos y apoyo cercano tanto de personal de infantería como de medios blindados, tuve que hacer uso de mi escopeta antidisturbios".

Y previo a efectuar el disparo, dice en su declaración, apuntó su arma "hacia la mitad del torso superior hacia abajo, a una distancia aproximada de 20 metros, pudiendo percatarme en ese momento que uno de los agresores cayó lesionado al piso".

Una vez cerca del herido, dijo el oficial, pudo ver que "mantenía un perdigón alojado en la zona infraorbitaria izquierda, por lo que de forma inmediata solicité por radio que se acercara el vehículo a mi cargo a fin de prestar los primeros auxilios y trasladarlo a zona segura".

Esta versión, sin embargo, contrasta con el testimonio que entrega la víctima. Según Brandon González tras recibir "el impacto en mi ojo, me tiré al piso, las personas se dispersaron porque se escuchaban muchos disparos. Cuando llegaron dos carabineros al lado mío, uno de ellos, el mismo que me disparó en el ojo, vuelve a dispararme en tres oportunidades más, estando yo en el piso pidiendo ayuda. Uno de esos disparos lo recibí en la espalda, específicamente en la escápula derecho, y el otro en la nalga derecha", denunció.

Añadió que luego de ser subido herido al carro policial habrían pasado "cerca de dos horas aproximadamente desde que ingreso a la comisaría y me trasladan hasta el hospital. No sabía dónde estaba, sabía solo que me habían llevado a un hospital, los carabineros que me trasladaron hasta ese lugar no eran los que participaron en mi detención, a ese carabinero (quien me disparó) no lo volví a ver más".

Según información entregada por la Fiscalía Nacional, a la fecha hay 32 funcionarios de Carabineros formalizados por delitos cometidos contra particulares. De ellos, 27 se encuentran sujetos a alguna medida cautelar, cinco de los cuales están en prisión preventiva.