El 5 de Septiembre de 2009, Chile enfrentó a Venezuela por las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica, en un partido clave para las aspiraciones chilenas. En la cancha, Jean Beausejour Coliqueo, figura determinante para la clasificación y que, posteriormente, convertiría el primer gol en el mundial. Solo un mes antes, en Ercilla, Jaime Mendoza Collío era asesinado por la espalda, luego de un supuesto enfrentamiento con Carabineros.
Ayer, Jean Beausejour Coliqueo también saltó a la cancha para defender a Chile. Pero esta vez, con una carga política muy distinta: con el apellido Coliqueo en la espalda y liderando un minuto de silencio por el asesinato de Camilo Catrillanca.
¿Qué pasó en estos nueve años que cambió la aproximación de Jean hacia el conflicto mapuche? ¿Por qué Catrillanca merecía un homenaje y no Mendoza Collío? ¿Cuál era la diferencia? Nada mucho, salvo que el Gobierno ya no es de izquierda.
El doble estándar de Jean Beausejour es el mismo que afecta a toda la izquierda. Por Mendoza Collío no solo no hubo homenaje, tampoco hubo interpelación ni menos acusación constitucional. 
En Agosto de 2009, la Intendenta de la Araucanía era Nora Barrientos del Partido Socialista. Nadie exigió su renuncia, disculpas o responsabilidad política. No solo se mantuvo hasta el final del primer período de Michelle Bachelet, sino que fue nombrada nuevamente en el mismo cargo, a fines del gobierno pasado. Luis Mayol duró menos de una semana, Nora Barrientos permanece impune.
En Agosto de 2009, el Ministro del Interior era Edmundo Perez Yoma, de la Democracia Cristiana. No fue interpelado por este hecho ni menos acusado constitucionalmente. Nadie pidió su renuncia ni exigieron su responsabilidad política. En cambio, a Andres Chadwick se le exigen todas las responsabilidades y será interpelado - y eventualmente acusado - por las fuerzas de izquierda.
Peor aún: nadie en Carabineros asumió responsabilidades ni efectivo alguno fue dado de baja. La conmoción en la Araucanía fue igual o peor que ahora, pero el escándalo en el mundo político mucho menor. En este caso, a pesar de todas las medidas tomadas, nada parece ser suficiente y se critica la escasa capacidad de reacción del Gobierno.
Hoy, que vemos a la Democracia Cristiana y a la oposición liderando la indignación por la muerte de Catrillanca, es indispensable recordar estos hechos y estas actitudes, para exponer el doble estándar de la izquierda. Como aves carroñeras, sobre una presa fresca, se agolpan atolondradamente para abusar de la dramática muerte de Camilo Catrillanca y exprimir, políticamente, hasta la última sangre del joven mapuche.
Al Gobierno no le quedó otra alternativa que asumir esta derrota política. Pero a los chilenos sí les queda recordar y no dejarse confundir por Jean Beausejour o cualquier otro dirigente político de izquierda que hoy trata de aparecer indignado, cuando en realidad poco les importa. A ellos no les interesa el pueblo Mapuche, solo lo hacen por conveniencia.