Más de un año hubo que esperar en occidente para el lanzamiento de Dragon Quest XI, última entrega del mítico JRPG creado por Yuji Horii y desarrollado por Square Enix.

Dragon Quest es una franquicia que comenzó el año 1986 en Japón,  por parte de Enix, empresa que en 2003 se fusionó con Squaresoft dando origen a Square Enix, quienes han sido los encargados de producirlos hasta la fecha.

A pesar de la gran popularidad que ha tenido en Japón, esta saga creada por Yuji Horii y que cuenta con los diseños de Akira Toriyama (Dragon Ball) nunca ha logrado cautivar del todo en occidente, principalmente por la dispar fecha de lanzamiento (la primera entrega llegó tres años después de su lanzamiento).

Esta nueva entrega que lleva por nombre 'Ecos de un pasado perdido', a pesar del retraso llega con la intención de cautivar a más jugadores occidentales. Es por esto que se han agregado diferentes opciones que no se encontraban en la versión japonesa del juego.  

Quizás el principal añadido con el que cuenta el título es las voces en inglés, esto ya que la versión japonesa no tenía voces para los personajes debido a que, por un lado no les alcanzaba el tiempo para incorporarlas antes del lanzamiento y por otro permitía a Yuji Horii introducir cambios en el guión hasta último momento.

Otro de los elementos que se sumaron a la versión occidental del juego es un nuevo modo de dificultada: 'Misión Draconiana', así como un modo turbo que permite acelerar la velocidad con la que se desarrolla el juego.

Una historia a la altura

La historia que plantea Dragon Quest XI, aunque no innova del todo en lo que es el mundo de los RPG parte con la bastante rapidez y enganche para atrapar al jugador desde sus inicios.

La historia nos presenta a un protagonista, que cuando sólo era un bebé es separado de su familia luego de que un ejército de monstruos atacaran el reino en que vivía, por lo que acaba solo en un pequeño poblado sin conocer nada de su pasado, ni importancia.

Rápidamente mientra se explican las mecánicas el juego, es que el protagonista pasa a conocer parte de su historia con lo cual inicia un viaje para encontrar respuestas.

A lo largo de las primeras horas este RPG se mantiene muy apegado a la historia central, dejando poco espacio para side-quest, no es hasta que ya tengamos un segundo personaje y puntualmente al equipo completo que ya la historia se calmará un poco dando espacio para realizar otras misiones y explorar el enorme mundo de Erdrea.

El mundo de Erdrea, que se irá abriendo a medida que vayamos avanzando en la historia, se encuentra lleno de vida y colores, ya sea con monstruos y vegetación en las zonas salvajez como con personas y llamativos edificios en las ciudades.

Siguiendo la línea de las últimas entregas, Dragon Quest XI muestra a los monstruos en el mapa por lo que puedes avanzar grandes extensiones de terreno esquivando los combates, esto puede no ser del todo beneficioso ya que al momento de encontrar un jefe puede que estés en un nivel muy bajo. De todas formas sirve bastante al momento de realizar side-quest o de querer regresar a un determinado lugar.

A medida que vayas avanzando en el juego, como es normal en los RPG, otros personajes se irán uniendo a tu viaje, llegando a ser siete el máximo de compañeros que tendrás, pero de los cuales sólo cuatro puedes tener activos en tu party.

Sobre estos personajes, cada uno tiene una personalidad muy definida y una interesante historia detrás lo que le da un plus al juego y le aporta lo suficiente para compensar la ausencia de voz en el protagonista.

Así es, porque aunque el juego fue doblado al inglés, el protagonista no tiene voz ni tampoco diálogos, en la mayoría de las ocasiones se expresa a través de gestos y cuando le hablan por lo general aparece un texto que dice algo como "[Nombre de Protagonista] explicó la situación al resto".

Esta ausencia de diálogo y a ratos carisma en el protagonista sin duda requiere que el resto de los personajes tengan el atractivo necesario para atrapar al jugador.

En este ámbito sin duda destacan tres personajes, el ladrón Erik, que es el primero en unirse a la party y quien protagoniza la mayoría de los "diálogos" con el protagonista, Verónica, una maga de mal carácter que debido a extrañas circunstancias volvió a ser una niña y Sylvando un particular artista circense.

Jugabilidad clásica en tiempos modernos

En una época en que los RPG han evolucionado en su mayoría en "Action-RPG", y con sólo algunos manteniendo el clásico combate por turnos (Octopath fue una de las últimas entregas en rescatar este sistema), sin duda se agradece que Dragon Quest decida mantenerse lo más fiel posible a su estilo de juego original. 

Aunque en el combate puedes mover al protagonista, en opciones puedes marcar para que los personajes sean fijos y de esta forma sólo te tengas que centrar en seleccionar las acciones a realizar.

A través del comando de "Tactics", puedes utilizar sólo al protagonista y dejar con ordenes automáticas al resto de los personajes o poner todo en manual con lo cual tendrás que decidir que acción hará cada personaje. Esta opción sirve principalmente por si lo que deseas es disfrutar la historia y avanzar con rapidez, dejando que los personajes combatan por su cuenta.

Una de las modalidades que llama la atención en el juego es la de correr automático.  Con solo apretar el botón de 'options' en PS4 el personaje comenzará a correr de forma automática, con lo cual sólo tendrás que controlar la dirección en la que quieres que se dirija, esto sirve para recorrer grandes distancias sin prestar mucha atención, pero la verdad le quita bastante a la exploración.

Sumado a esto tendremos un caballo el cual podremos llamar desde diferentes puntos del mapa, lo cual nos permitirá avanzar con mayor rapidez aún. Además en ciertas partes podremos montar determinados monstruos lo que nos dará algún tipo de habilidad, permitiéndonos acceder a lugares que de otra forma sería imposible.

Algo que puede determinar los combates en Dragon Quest XI, es el 'pep', un aura que activan los diferentes personajes cada cierta cantidad de combates, permitiéndoles ejecutar un poderoso ataque especial. Uno de los puntos llamativos de estas habilidades es que los personajes tendrán movimientos en conjunto con otros integrantes de la party, por lo que la estrategia al momento de armar tu equipo también tendrá que tener en cuenta esto.

Música

Otro de los puntos altos de juego es sin duda la música, la cual acompaña de buena forma cada momento de la historia y con una intro que desde el primer minuto nos deja con ganas de conocer más.

Siendo la música parte fundamental de los RPG, teniendo en consideración que deben resaltar la historia y mantener al jugador atrapado, en esta ocasión se encuentra a la altura de una enorme franquicia como lo es Dragon Quest. Ya sea en batalla o al visitar las diferentes ciudades la música siempre acompaña de buena forma la historia del juego.

Esta corre de la mano de Koichi Sugiyama, el histórico compositor que ha estado presente en todas las entregas de la franquicia, sin duda la experiencia se hace notar.

Conclusiones Generales

Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido es sin duda uno de los grandes RPG clásicos del último tiempo.

El juego a pesar de presentar gráficos modernos y unas cinemáticas increíbles acorde a los tiempos sabe manterse fiel a sus raíces tanto en historia como en música y jugabilidad. Esto sin duda es destacable y es algo que los seguidores de la saga, así como los amantes de los RPG rescatarán.

De esta forma Dragon Quest XI se vuelve una gran alternativa para quienes quieran sumarse a la franquicia. Quizás donde el juego queda más bajo es que al rescatar todos los elementos de RPG clásicos, puede que resulte poco atractivo para quienes no suelen jugar este tipo de títulos.

Finalmente es un gran RPG y con todos los elementos que hacen grande a este estilo de juego, algo que sin duda era lo esperable de una gran franquicia como lo es Dragon Quest.