La madrugada del 28 de enero de 2012, cerca de la 1.00 de la madrugada, la visibilidad era baja en el sector de la Ruta 60 CH, la que une Valparaíso con la frontera argentina. Fue bajo estas condiciones que se produjo una persecución por parte de Carabineros, la que tuvo un resultado mortal. Pero no fallecieron ni los persecutores ni los perseguidos: en el lugar falleció un padre de familia que fue impactado por el vehículo policial mientra descendía de su propio vehículo.

Más de siete años después de este hecho, la Corte Suprema condenó al fisco a pagar una indemnización por $91.760.352 a la cónyuge del fallecido en el accidente.

El fallo del máximo tribunal sostiene que la falta queda establecida por desatender la conducción por breves momentos y por conducción negligente se vincula muy especialmente con la circunstancia de llevar a cabo una persecución policial, desatendiendo las condiciones concretas que exigían no proseguirla".

Por los antecedentes es que "se decide que se acoge la pretensión indemnizatoria ordenando el pago (al Fisco) de la suma de $91.760.352, por tal concepto".