A nadie dejó indiferente esta semana la carta que envió el Papa Francisco a los obispos de Chile. En la misiva, enviada el martes pasado, el Pontífice respaldó a las víctimas de abusos, convocó a los prelados a reunirse con él en Roma y reconoció que había "falta de información veraz y equilibrada" para abordar los casos.

El documento gatilló una serie de reacciones entre religiosos y expertos, tanto en Chile como en el extranjero, quienes reconocen que la misiva del Pontífice abrió la puerta para renovar la Iglesia nacional y realizar cambios en las autoridades eclesiásticas.

Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, Argentina, asegura que la misiva del Papa Francisco es una acción que tiene pocos precedentes.

"Lo único similar que se me ocurre es la carta que Benedicto XVI envió en 2010 a los católicos irlandeses por la misma problemática. Pero aún así, esta es más personal, con un contenido más fuerte, en cuanto a que el Papa reconoce su error de valoración de los hechos, fruto de una información no del todo completa", señaló Buenanueva.

Desde el 2011 el sacerdote ayuda a enfrentar los casos de abusos sexuales en Argentina y colabora con la comisión de prevención del episcopado de dicho país. Para ello ha conocido de cerca la situación de Chile, reuniéndose con el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, su símil chileno.

"La crisis de los abusos es muy compleja y muy honda en todas partes. Chile es el país del Cono Sur que la ha vivido antes y con más fuerza, pero eso no significa que en el resto de los países no tengamos esta problemática", aseguró Buenanueva.

Sobre la convocatoria al Vaticano que realizó el Papa en su misiva, el obispo argentino señaló que "la citación se hace para tomar decisiones en un plazo inmediato y a largo plazo".

Respecto de las medidas que se podrían adoptar en torno al caso del obispo de Osorno, Juan Barros, el obispo Buenanueva afirma que "el Papa en conjunto con los obispos tendrán que tomar una decisión que lleve serenidad a la Diócesis de Osorno y creo que para esa serenidad podría haber una decisión en torno a la permanencia del obispo de esa diócesis".

Renovación

"Nada será como antes en la Iglesia de Chile", aseguró el miércoles Andrea Tornielli, director del portal italiano Vatican Insider, al referirse al momento que vive la Iglesia chilena. Esto prueba la atención que el tema genera en el exterior y las expectativas que genera la reunión que sostendrán los obispos con el Papa en Roma.

En el mensaje conclusivo de la 115ª asamblea plenaria del Episcopado chileno, los obispos dijeron que hay "en esta intervención del sucesor de Pedro un camino concreto para que juntos podamos ayudar a sanar y reparar las heridas que permanecen abiertas".

Para los expertos, esa intervención puede tener varios caminos. José Manuel Vidal, vaticanista español y director del portal Religión Digital, manifestó que además de inculparse por la pérdida de credibilidad, la jerarquía de la Iglesia debe "pedir perdón abierta y sinceramente. Y, por supuesto, cumplir la penitencia: presentar renuncias y ayudar al Papa, para junto a él poner en marcha un profundo plan de renovación".

La situación que vivirá la Iglesia chilena en los próximos meses será, según Vidal, un aviso de "tolerancia cero con los abusos y los encubridores por parte del Papa a otras iglesias del mundo".

Para Luis Bahamondes, doctor en ciencias de las religiones de la U. de Chile, no sólo se podría remover de su cargo al obispo Barros, sino que también al nuncio apostólico, Ivo Scapolo, y al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati. "Eso sería verdaderamente cambiar una estructura y funcionamiento de la propia cúpula de la Iglesia local".

Respecto de si podrá la Iglesia chilena salir de la crisis que enfrenta, el experto explicó que "cuando uno habla de crisis la pregunta sería qué es lo que esto implica, durante mucho tiempo que la Iglesia está en crisis por la pérdida de representatividad, pero eso pasa con varias instituciones".

En ese sentido, Bahamondes añadió que "se podría decir que la Iglesia Católica tiene un doctorado en manejo de crisis, porque cuando todo el mundo la da por 'muerta' como institución, ahí está y permanece en el tiempo".

Para la abogada canonista y vocera de Voces Católicas, Sygal Rodríguez, la reunión de los obispos será "un paso en este camino de restablecimiento de la justicia, reparación a las víctimas y de unidad".

Uno de los temas a los que apuntaba la investigación del arzobispo de Malta era comprobar si había existido encubrimiento en torno al ex párroco Fernando Karadima. Consultada sobre si de comprobarse, el caso podría pasar a la justicia civil, la abogada aseguró que esa posibilidad "está abierta siempre como un derecho, al igual que para cualquier persona, y es decisión de las víctimas el solicitarla".