De "brillante y dura" fue calificada la actuación de Alfredo Castro por la prensa en Japón, donde el protagonista de Tony Manero, acaba de ganar el premio al mejor actor en el Festival de Cine Latino de Tokio.

La historia de un sociópata que se obsesiona con emular al personaje de John Travolta en Fiebre de sábado por la noche, en la película de Pablo Larraín que está actualmente en la salas chilenas, causó una profunda impresión en las audiencias niponas.

En entrevistas con agencias en el país del sol naciente, Castro explicó que siempre ha interpretado papeles "duros" sobre "temas bastante ocultos por el poder", pero que en esta, su segunda película (La primera fue Fuga), fue "triste" interpretar al personaje y ser perseguido por la cámara durante casi veinticuatro horas.

Alfredo Castro da vida a Raúl Peralta, un hombre cuya meta en la vida es "tan mezquina como construir un metro de suelo para poder bailar" emulando a su ídolo en "Fiebre de sábado noche". Y ello en una época, la dictadura de Augusto Pinochet, en la que la pasión era castigada.

"Todo lo relacionado con el deseo era reprimido, castigado, por lo tanto este pobre animal precario que tenía ese deseo mínimo de ser otra persona, un héroe que era extranjero, puede que provocara en las mujeres una pasión", explicó actor, que precisó que para él, lo que encarna el personaje es "el fracaso absoluto".

Castro aseguró que realizar esta película "fue muy triste", pese a que con su compañía de teatro "La Memoria" lleva 30 años realizando montajes sobre historias que hablan de Chile y los efectos simbólicos de la Dictadura militar, "sobre el sector que no tiene voz, marginado por la prensa y por el poder".

Según el actor, en su país "todo es bastante complicado en lo que se refiere al arte", ya que "no hay mucho apoyo y el público no puede asistir por un sistema económico muy duro".

No obstante, el también director, guionista y actor de teatro reconoció que desde hace veinte años ha habido "un cambio tremendo" porque antes "había un enemigo físico, nombrable que se vivía día a día, que era la dictadura encarnada en la figura de Pinochet y todos los militares".

Castro añadió que, con la llegada de la democracia hace dos décadas, todo eso "se ha transfigurado en el poder económico que es nuestro peor enemigo y contra el que lucha la cultura".

El actor aseguró que está "encantado" con su visita a Japón y poder salir de Chile, país que definió como "una isla, un hoyo, rodeado de montañas, angosto, opresivo".

"Ha sido un remanso venir acá, donde todo es libertad, donde la gente hace y vive como quiere, nadie es mirado de forma discriminatoria. Sé que no es la felicidad ni el paraíso, pero caminar por estas calles me ha servido como libertad", indicó.

Tony Manero se exhibió en el pasado Festival de Cannes, dentro de la "Quincena de los realizadores" y está programada en el español Festival de San Sebastián, en la sección "Horizontes Latinos".