Arturo Vidal vivió una semana para el olvido en Chile. El autogol que marcó frente a Paraguay coronó tristemente días marcados por la acusación de indisciplina a raíz del escándalo en el casino Monticello del que dijo no haber participado y del que, finalmente, responsabilizó a sus amigos.

A través de su cuenta en Twitter, el volante del Bayern Múnich se descargó. "Ahora deben estar felices los malaleche que hay en este país. Pero no se preocupen. Cada vez me falta menos para irme", posteó. Y acompañó el mensaje con emoticones de enojo.

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