Las chilenas viven hoy una tendencia similar a lo que ocurre en Europa: la tasa de fecundidad ha descendido a menos de dos hijos por mujer (1,8) en los últimos años. Y una condición similar se comienza a observar entre las jóvenes que postergan la maternidad, con el objetivo de estudiar o trabajar de manera estable.

Según el último reporte del programa de Salud Integral de Adolescente del Ministerio de Salud (Minsal), en 2013 la tasa de nacidos vivos de jóvenes de entre 15 y 19 años fue de 46,3 por cada mil mujeres. Se trata de de una baja de cuatro puntos en comparación a 2012, cuando, el mismo grupo mostró una tasa de 50,32 lactantes.

En términos de número de hijos, en 2013 fueron 31.068 los nacidos de madres de entre 15 y 19 años, casi tres mil menos que el año anterior (34.305 niños), según cifras preliminares del Departamento de Estadísticas e Información del Minsal.

De acuerdo a la cartera, también se observa una tendencia estable en  el grupo de adolescentes de entre 10 a 14 años: en 2011 la razón de fecundidad fue de 1,46 en el grupo, bajó a 1,42 en 2012 y registró 1,44 en 2013 (ver infografía).

Paulina Troncoso, encargada del Programa de Salud, sostiene que "en todos los grupos existe un descenso en la fecundidad global. Pero hay que precisar que el embarazo adolescente no ha disminuido igual que en las otras edades. Esto se da porque las adultas tienen un mayor acceso a información y a métodos de regulación de la fertilidad".

La presidenta del Colegio de Matronas de Chile, Anita Román, agregó que la baja en los índices "muestran avances en las políticas para enfrentar el embarazo adolescente: se puede acceder a ellas en la red pública de salud y existe confidencialidad". También señala que "el anhelo por educarse o por trabajar, lleva a las mujeres a usar diversos métodos y a esperar cada vez más para ser madres".

En tanto, Ramiro Molina, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile y fundador del Centro de Medicina Reproductiva y de Desarrollo del Adolescente, tiene una mirada crítica sobre este fenómeno y señala que es "alarmante" que aún existan casos de niñas que son madres. Agregó que "los embarazos se presentan en sectores vulnerables. Es el grupo de más riesgo y revela que no hay educación sexual. El embarazo en niñas tan pequeñas es la mejor expresión del círculo de la pobreza y es inaceptable en una población del nivel de desarrollo que quiere alcanzar Chile".

Métodos

Los expertos relacionan directamente el descenso en los embarazos con el uso de métodos anticonceptivos en la población joven.

El último reporte del Minsal señala que las adolescentes que usan alguna forma de regulación de la fecundidad pasó de 184.628 jóvenes, en 2012, a 193.399 usuarias del sistema, en 2014. Las menores de 15 años que utilizan estos métodos llega a 11.866 y entre las de 15 a 19 años se llega a 181.533.

También está garantizado el acceso a la "píldora del día después" en la red pública, cuya entrega ha crecido: en 2013 se entregaron 3.653 unidades a jóvenes de entre 15 y 19 años, mientras que en 2014 fueron 4.193 dosis.

El uso de este anticonceptivo también aumentó en niñas entre 10 y 14 años. El 2013 fueron 472 adolescentes las que lo solicitaron, mientras que el año pasado fueron 664.

Así, el consumo de este fármaco, entre jovenes de 10 y 19 años, pasó de 3.030 dosis en 2012 a 4.857 el año pasado, mostrando un crecimiento del 60% .

Programas

Para la cartera de Salud, el embarazo adolescente también muestra inequidad, pues las niñas de comunas pobres tienden a ser madres antes que las de mayores ingresos, principalmente, por falta de información y expectativas. Así, La Pintana tiene un porcentaje de nacidos vivos que asciende a 18,2% entre las adolescentes (15 a 19 años). En contraste, en Vitacura, llega a  0,3% en ese mismo segmento.

Para ello, en algunas comunas se han habilitado "espacios amigables", donde los jóvenes pueden recibir consejerías. Troncoso señala que "se les orienta sobre la sexualidad, sobre afectividad y la disponibilidad de métodos para prevenir el embarazo". Ya hay implementados 64 de estos espacios en diversas comunas, principalmente en las más vulnerables, que atienden en horarios diferidos para no toparse con el funcionamiento de los colegios.

El sector que tiende a ir a los centros a solicitar preservativos son mayoritariamente mujeres: en 2014 fueron 6.123 usuarias. Mientras, los hombres de la misma edad que pidieron estos productos fueron 3.420.