El Papa Benedicto XVI exhortó hoy a la "defensa de la infancia víctima de la violencia y de las armas" durante la audiencia general que ofreció en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

El sumo pontífice dijo sentirse cercano a "todos los niños del mundo, en particular a los que están expuestos al miedo, al abandono, al hambre, a los abusos, a la enfermedad y a la muerte".

El jefe de la Iglesia católica aseguró que siempre está con estas "pequeñas víctimas", a las que recuerda "en sus oraciones".

Benedicto XVI se refirió también a los sacerdotes y afirmó que en las actuales sociedades globalizadas se tiene menos en cuenta "lo sagrado" y más "la funcionalidad", lo que pone en riesgo "la concepción católica del sacerdocio incluso dentro de la Iglesia".

El Papa dio instrucciones a los sacerdotes sobre su labor en el mundo y les conminó a que no se limiten a "la sola palabra" o "el solo anuncio" sino que se "anulen en Cristo, como decía San Pablo".

A juicio de Benedicto XVI, los sacerdotes que piensan que su función sólo es la del servicio social a la comunidad olvidan "la dimensión del sacramento de la eucaristía".

Al término de la audiencia el Papa pidió la liberación de "los secuestrados en las zonas de conflicto" y se refirió especialmente a Eugenio Vagni, un trabajador de la Cruz Roja retenido en Filipinas.